En la parte delantera de la explanada de Huerta Molino que los vecinos de la zona usan de aparcamiento, la valla que instaló la Ciudad hace ya algunos años está abatida en varios tramos. Igual en la zona inferior que la separa de la vaguada en la que han ido proliferando viviendas y baja hacia Patio Castillo. Hacia Pasaje Recreo donde las conocidas como naves del Cateto cortan en seco una carretera a ninguna parte, la valla aún resiste. Y eso es lo que ha evitado que el incendio, aparentemente provocado, de un vehículo esta pasada madrugada causara una tragedia mayor.

Las llamas, avivadas por el combustible, han saltado pronto del coche inicialmente quemado a los que tenía al lado. La peor parte se la ha llevado una furgoneta. En total han sido 4 vehículos calcinados, “totalmente destruidos por el fuego” y otros tres más parcialmente afectados, según ha confirmado desde la Ciudad Autónoma.

La furgoneta, como se puede ver en el vídeo que acompaña a esta noticia, ha perdido el freno de mano y con las ruedas aún operativas se ha caído hacia esas naves adjuntas, que están separadas de la explanada por un vial, hundido a menor altura y por esa verja, que es la que en última instancia ha frenado su caída y su contacto con las naves. Sirviendo de cortafuegos el vial.

El ruido de las explosiones, las alarmas y los cláxones de los coches incendiados ha sobresaltado al barrio que a pesar de la hora ha hecho salir de sus camas a un importante número de vecinos.

Eso ha obligado a intervenir no sólo a los bomberos, también a la Policía Local, para evitar que algunos, entre atrevidos y temerarios intentaran rescatar su coche, muy cercano a las llamas, tanto que aún sin sufrir los daños de los que han sido “totalmente destruidos”, tendrán que pasar por el talle.

El incendio ha comenzado sobre las 5.40 horas de la madrugada y los Bomberos han tenido que movilizar a dos dotaciones para extinguir las llamas y gastar 4.000 litros de agua.

El que seguramente sea un acto de vandalismo no es novedad en la zona. Hace escasos días ardió otro vehículo en otro parking cercano, el que se ubica justo por encima del Guillermo Molina. Y en años atrás la explanada y hasta la propia calle Antonia Céspedes han visto arder más vehículos. Los contenedores cercanos también suelen ser diana habitual de quienes se divierten prendiendo fuegos en la vía pública y sobresaltando a la vecindad.