CSI.F cree que el Gobierno de Vivas "miente" sobre el servicio público de limpieza viaria, no lo suficientemente bueno todavía según Jacob Hachuel, cuando dice que hay informes de los controladores que acreditan esas deficiencias. "Desde febrero de este año los controladores no disponen de impresora, por lo que es imposible que pueda mostrar un solo informe firmado por ninguno de ellos: los correos electrónicos que envían al Negociado de Medio Ambiente y a la Dirección Técnica son reenviados a la adjudicataria y vuelta a empezar", ha explicado el sindicato.

La central ha detallado que el Ejecutivo local mantiene a los cuatro funcionarios encargados de velar por la prestación del servicio "apartados de sus genuinas y legítimas funciones" desde hace dos años y medio y las funciones de supervisión, inspección, control y fiscalización de la gestión "son realizadas por ajeno a la administración pertenecientes a empresas municipales tras las oportunas encomiendas de gestión y nombramientos de directores técnicos".

Para CSI.F "el problema reside en que el colectivo de controladores no goza de la confianza del Gobierno por tener criterio propio y llevar veinte años reclamando un nivel profesional que la Administración se niega a otorgar".

Los de Ricardo Martínez llevan negociando ese nivel en la Mesa General "casi dos años" sin resultados y, de hecho, "la Ciudad todavía no ha creado el órgano competente para la fiscalización del contrato, creación que llevan reclamando los controladores más de veinte años, controladores que son por derecho, el fundamento de ese, por ahora inexistente órgano". Mientras, sin embargo, la Administración "ha duplicado sus funciones en las figuras de los directores técnicos contraviniendo la Ley que dice que 'no podrán crearse nuevos órganos que supongan duplicación de otros ya existentes si al mismo tiempo no se suprime o restringe debidamente la competencia de éstos".

Según CSI.F, uno de los controladores ya alertó de que la Ciudad designar personal ajeno a la Administración "sin conocimientos, formación ni experiencia alguna" para que participe directamente en el ejercicio de potestades públicas a costa y en perjuicio de un cuerpo funcionarial existente y especializado que requiere un nivel técnico altísimo (el mayor de la Ciudad en esta materia), y que encima este personal laboral exija que los controladores sigan funcionando igual que antes, es "un insulto, una falta de respeto y un intento de tomadura de pelo, además de otras calificaciones jurídicas que CSIF está estudiando si llevar al Juzgado correspondiente".

El sindicato ha criticado que "la Ciudad siempre ha considerado al Servicio Público como un cortijo donde colocar a sus señoritos y así sigue haciéndolo aunque a la hora de sacar las castañas de fuego siempre se acuerde de sus despreciados, ninguneados y difamados funcionarios controladores".

"si realmente la Ciudad pretende fiscalizar con seriedad el trabajo que realiza la adjudicataria del servicio, deberá previamente dotar de la suficiente autonomía, consideración y jerarquía el servicio de Controladores del Servicio Público de limpieza viaria y de recogida de residuos domésticos. De otro modo", ha alertado, "estaremos ante otra tomadura de pelo".