El Gobierno tiene claro que poco importa lo que diga la plataforma creada para defenderse de la decisión del Ejecutivo local que consideran precipitada y negativa para la zona de la calle Real. Ayuda también la voluntad de diálogo y no movilización anunciada la semana pasada por la propia plataforma.
“Reiteradamente” dice el Gobierno ha dado explicaciones a los vecinos y son estos los que le han pedido que el servicio transite por esa calle para atender las necesidades de las personas mayores que viven en esa zona y a las que les cuesta desplazarse. No hay marcha atrás en esta decisión.
Tan convencido está el Ejecutivo de que la decisión es la más correcta que ha pasado a defenderse de otras críticas y a matizar lo dicho hasta ahora que no era verdad, al menos no del todo.
La propia Bel, aseguró hasta la saciedad la semana pasada que el servicio funcionaría con un microbús. El microbús no existe, la empresa por voz de su número uno, José María Cuellar, aseguraba ayer, que el bus (no microbús) “es el mismo” con el que ya se prestaba el servicio antes de las obras.
Bel creía hoy mismo que “la empresa habrá comprado un vehículo adaptado” a las necesidades de la ruta. El vehículo en cuestión, además de antigüedad, tiene 9 metros de largo por 2,30 metros de ancho (un bus normal tiene 2,5 mentros) y capacidad para 45 plazas. Para comenzar a desdecirse de la rotundidad con la que la pasada semana hablaba de microbús ha afirmado que “no será ni un microbús ni tampoco un bus, será un termino medio”.
Respaldada por el apoyo de la Asociación de Vecinos del Centro, Bel ha negado la mayor. “No ha habido que improvisar nada absolutamente”, ha sentenciado.
Eso lo dice Bel, a pesar de reconocer que en la recién terminada calle Real habrá que modificar algunos aspectos del proyecto inicial desarrollado. Es necesario mover un quiosco de la ONCE a la altura de la Seguridad Social y un macetero a la altura de la La Campana. Además, de eliminar plazas de aparcamiento en la zona final de la calle Real, para permitir que el bus pueda pasar sin tropezar con ningún vehículo. Señal de que el vehículo está más cerca de un autobús normal que de otra cosa.
Eso en la calle Real, porque en la prueba de hoy, el autobús ha seguido teniendo problemas en Millán Astray en donde ha besado el suelo por los desniveles existentes, a pesar de los trabajos contrarreloj realizados en los últimos días en la calle.
Del mismo modo, el Gobierno no considera improvisación ni esos arreglos de última hora, modificaciones a un proyecto de peatonalización aprobado e iniciado hace más de dos años en los términos exactos en los que se ha plasmado en la realidad y que ahora hay que modificar, ni tampoco el hecho de que aún no haya un estudio para un recorrido alternativo.
El Ejecutivo sigue sin poder dar un plazo para que esté el Estudio encargado a Procesa. A la empresa concesionaria del servicio no se le ha consultado nada a este respecto hasta ahora, aunque Cuellar asegura que tiene una idea para no hacer pasar el autobús por la calle Real.
El estudio se ha encargado con urgencia ahora y no hace dos años cuando comenzaron las obras y se sabía que este día llegaría. A la plataforma vecinal (aunque el Gobierno dice que son sólo comerciantes) tampoco se le ha consultado, sólo cuenta la opinión de la Asociación de Vecinos del Centro. La plataforma tendrá cita con Presidencia y Gobernación, pero será una vez que el autobús eche a andar y casi con total seguridad será para nada. El Gobierno está convencido de que su decisión es la mejor.
A partir de mañana el bus del centro vuelve a recorrer sus paradas de siempre: plaza de la Constitución , Marina Española, plaza de los Reyes, Seguridad Social, plaza Azcárate y plaza Maestranza con vuelta por la Marina.
A partir de mañana también la Policía Local vigilará de forma permanente el trayecto por la calle peatonalizada, para que no se cuele nadie y el que se cuele lo pague. Tampoco en este caso se sabe nada de qué pasará con los vecinos que a la fuerza tienen que pasar por ahí para estacionar su coche en su garaje. Ni mandos para pivotes (no habrá de momento) ni tarjetas de residentes para evitar el rifi rafe con el agente de turno. Mañana será otra historia. El bus comienza a andar.
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