De mercados y soterramientos


En esta ciudad de locos el domingo 23 de diciembre sólo abren los chinos. El resto viven bien a pesar de la crisis y no andan faltos de horas extras. Es que esta ciudad es una locura. Sólo a este Ayuntamiento que va camino de seguir los pasos del PSOE se le podía ocurrir una financiación alemana para soterrar la calle Víctori Goñalons, parte de Independencia y hacer esa gran obra pública en el centro del pueblo. La financiación alemana para el que no lo sepa consiste en que una gran empresa se lleva la obra por nada menos que 60 millones de euros, la ejecuta y al final cuando ya está terminada se reconoce la deuda y se comienza a pagar, sin que haya certificaciones de por medio ni control sobre lo ejecutado hasta que la obra no se finalice. Lo dicho una locura. En Alemania en dónde dejar los periódicos en una cajita de cristal en la calle y que la gente los pague en una hucha al lado es posible eso funcionará, pero este ayuntamiento todavía no ha explicado que fue de los dos millones de euros que pidio Carreira para ir “holgado” en la obra de la plaza de los Reyes, que con certificaciones y todo duplicó su coste sobre el previsto inicialmente. Y así podríamos repasar todas las grandes obras que se han ido haciendo en Ceuta en los últimos años. Que nadie se confunda no estoy en contra del proyecto. Sólo digo que Ceuta se va a endeudar hasta mi bisnieto mientras algún que otro gobernante y alguna que otra empresa se va a llenar los bolsillos para mantener al suyo, a su bisnieto, sin que nadie entremedias dé un palo al agua, y eso se lo vamos a pagar todos los españoles, más que pagar a regalar, porque el único palo al agua que van a dar va a ser una estafa monumental.

Quizás es que el Gobierno tiene intención de disimular un pelotazo con otro y que al menos dejen de agobiarle unas semanas con el asunto de la Manzana. Más podrida que nunca. Y es que claro, en un principio, como este pueblo es de locos, nadie dijo nada sobre la extraña moción de censura que aupó a Vivas al poder, ni nadie reparó en Urbaser y la Manzana del Revellín. Total, Juan Vivas ponía fin a la era GIL, y claro como el GIL era el mismo demonio pues Juan Vivas que lo había derrotado debía ser el mismo Dios Todopoderoso.

Era una cuestión de moda, esta ciudad se sube y baja de la moda muy rápido en cuestión política. Aunque a pesar de que el GIL tuvo sus diez minutos de fama (ya cundieron, ya) luego la perdió a favor de Juan Vivas. Que digo yo, que los diez mil votantes del GIL debieron traérselos de Marbella, porque yo llevo cuatro años en Ceuta y todavía no he encontrado a nadie que me reconozca que votó al GIL. Y mira que lo he intentado. Pero nada.

Pues eso, que como era moda estar en contra del GIL, como primero lo fue estar a favor, nadie dio mayor importancia a que de pronto gente tan “honesta y honrada” como Simarro (lo decía Gordillo) votara a Vivas que era de otro partido distinto del suyo de la noche a la mañana. Lo de Simarro debió de ser un acto espontáneo de responsabilidad política ante la deriva que estaba tomando el Gobierno al que él pertenecía. Qué nadie dude.

Por eso la moda cambió y paso de ir con el GIL a ir con Vivas. Pero Juan, la moda es pasajera. Basta con que cojas algunos kilitos de más para que no des el perfil y te bajen de la pasarela. Y yendo tanto al mercado a hacerse fotos y hablar con tus amigos es fácil que entre foto y foto, tapita de choco en salsa y de secreto ibérico y mucho solomillo engorde uno más de lo debido, por mucha manzana que se coma después para equilibrar, o precisamente por eso. Por que lo de la Manzana no hay empresa de limpieza que lo deje claro y transparente. ¿O sí?

El caso es que la moda, la que va marcando la calle, la que se escuchará en Carnaval apunta a que los ceutíes empiezan a buscar ya un cambio de tendencia. Y no precisamente un cambio en la ubicación del mercado para ponerlo al lado de la Ópera, que no opereta, que es lo que ha propuesto el Gobierno que preside el otrora Dios Vivas. Los de su partido incluso, si votaran en urna y no a mano alzada, le darían un disgusto a más de una SL, que cambia uves por bes. Y es que la tamaña barbaridad de querer que con los impuestos de todos se pague un alquiler de 300 millones de pesetas (lo mismo que antes tocaba con el Gordo) a una empresa que no ha puesto un duro por un terreno. ¡Manda huevos! Nunca mejor dicho, porque eso sería precisamente lo que se vendería en el complejo que Siza diseñó para ser el primer centro artístico y cultural del Norte de África y no el primer mercado improvisado al lado de un teatro. Porque esto se le ha ocurrido a Vivas ahora y no hace cinco años cuando firmó la ilegal licencia de obra.

Y sobre el 10 por ciento comercial, sólo quiero dejar una reflexión. Si aquí los chinos son los únicos que abren un domingo 23 de diciembre con Papá Noel a la vuelta de la esquina y todos los informes hechos sobre el comercio local dicen que sobra entre un 10 y un 12 por ciento de las tiendas ya existentes ¿qué necesidad hay de habilitar 3.000 metros cuadrados para tiendas en pleno centro saturado comercial de la ciudad y robarle espacio a los chicos del conservatorio de música, a las chirigotas y comparsas que no tienen local para ensayar, a los muchos grupos de música jóvenes que tienen que andar molestando vecinos o pidiendo naves prestadas para ensayar, a los acuarelistas, a los estudiantes sin biblioteca ni mesa de estudio en los cada vez más diminutos pisos? ¿Qué necesidad?

Quizás la moda, que cambiarla es muy cara y hay que pagar las campañas de publicidad o los votos de confianza y censura.

Esperemos que todo esto no quede soterrado en la conciencia colectiva y por fin se tenga en cuenta.