- El portavoz del Gobierno local compareció hace unos días para hacer balance de lo que han sido los primeros cien días de gobierno de esta legislatura.

Según el mismo, lo que se ha hecho este primer trimestre es la base de lo que se hará a lo largo de toda la legislatura.

Que Dios nos pille confesados.

Han empezado metiendo las tijeras en varias materias relacionadas con los asuntos sociales. La eliminación del bonobús a nuestros estudiantes es claro ejemplo de ello: se prescinde de una medida positiva y necesaria para la gente joven y sus familias en unos tiempos duros para las economías familiares mientras se mantienen varios gastos superfluos y prescindibles, como por ejemplo, las obscenas cantidades que se gastan en publicidad institucional por parte del ayuntamiento y de las empresas municipales.

Lo mismo ocurre con el ingreso mínimo de inserción social que ha visto cómo se detraía dinero de su partida, según el propio portavoz, “por inutilización” de los recursos. Vergüenza debería dar hacer estas manifestaciones con el beneplácito de la responsable del área. Costó mucho esfuerzo lograr la puesta en marcha del ingreso mínimo de inserción social y desgraciadamente, el partido popular sólo ha sabido utilizar la partida presupuestada para la misma para colocar a personas afines a sus siglas con dinero de la propia partida. Curioso concepto de las ayudas sociales el que tienen algunos.

Aparte de ello, al gobierno de la ciudad le han servido estos cien días para anunciar la creación de varias comisiones de estudio… de dudosa utilidad, y es que, este gobierno, ya ha demostrado en varias ocasiones lo bien que se le da publicitar comisiones para tratar diversos asuntos de las que luego desconocemos sus conclusiones y su repercusión; o la creación de algunas, como las del Estatuto de autonomía por las que claramente se denota la escasa importancia que le dan los partidos de implantación nacional, utilizando la misma únicamente para marear la perdiz.

En estos cien días, no se ha dado respuesta ni solución a las deudas millonarias reclamadas por varios proveedores de nuestra ciudad, muchos de ellos pequeños empresarios y empresarias que ven peligrar seriamente su futuro laboral sin importarles mucho a los gestores políticos que tenemos. Además de ello se han realizado contrataciones y adjudicaciones de contratos sin ningún tipo de seguimiento, control ni exigencia por parte de los responsables.

Y como no hay gobierno de mayoría absoluta que se precie que no intente machacar todo lo que pueda a la oposición, a los de nuestra ciudad le han servido estos cien días para votar en contra de las decenas de propuestas que se le han realizado desde el primer grupo de la oposición, con argumentos absurdos y votaciones en contra de buenas ideas simplemente porque venían por parte de la oposición.