06 abril 2009 09:25 h.
En cualquier caso, no conviene confiar al cien por cien en estos servicios porque, como he indicado más arriba, no son de fiar.
Les pongo un ejemplo que además viene agravado por el hecho de ser un anuncio, ya que más allá de la traducción mecánica hay un trabajo de composición de imagen y texto donde ha sido necesaria la intervención directa de una persona, para darle forma al diseño final del anuncio.
Esto ocurrió no hace mucho, en una de esas mañanas que andaba repasando la prensa del día. De repente me apareció una ventanita de publicidad, conocida como pop-up. Molesto por el hecho, moví el puntero del ratón hacia la x que aparece en la esquina superior derecha de la ventana para cerrarla-¡dios, como odio esas ventanitas!-cuando de pronto lo ví. Allí estaba, orgulloso, con grandes letras, invitándome a dejarme seducir por su grotesca propaganda. Era un anuncio sobre una compañía aérea, el típico que ofrece billetes muy baratos y destinos paradisíacos. Mi sorpresa se produjo cuando, en el cartel que acompañaba la imagen del avión y la isla caribeña, aparecía escrito lo siguiente: “Mosca en los mejores precios”. Inmediatamente lo entendí: otra traducción literal sin comprobar. Estaba claro, habían traducido la palabra fly como el sustantivo mosca y no como el verbo volar, que debería ser su acepción dada la naturaleza del anuncio, cuyo mensaje tenía que haber sido “Vuele con los mejores precios”. Se pueden hacer una idea de la mezcla de indignación y risa floja que me entró al ver aquella barbaridad. Imagínense la de personas en el mundo que pueden ver ese anuncio y quedarse estupefactos. Y mientras, la compañía sigue ofertando moscas a precios de saldo.
En fin, tengan cuidado si algún día piensan utilizar alguno de estos traductores, no vaya a ser que les salga algo que no quieren.