Javier Ángel Diez Nieto

En algún rincón, muchos suspiran/ ¿Cómo con sus cuerpos bailar? / ¿Cómo llenar sus vidas vacías? / encontrando que la solución única/ ¡Es ponerse siempre de rodillas! (Asterión). Así son los innumerables personajillos que, buscando sus inalcanzables sueños, suplican de rodillas mejorar sus vidas. Lo sorprendente es que apoyaran al de siempre para hacer más de lo mismo, sin futuro del progreso Popular ni en su propio partido, ni en la ciudad.

Esto viene a propósito de que pronto se va a celebrar el congreso del Partido Popular y las espadas ya están en alto. Porque por una parte la actual presidencia del partido, buscando el poder absoluto, habrá diseñado sin duda un grupo de, algunos o más, personajillos como sistema de colmillos en la sombra, que les permitan mantenerse en el poder de manera indefinida. ¡Y ahí, ya están afilando sus dientes, estos personajillos de todos conocidos! Que buscan no compartir en absoluto el gobierno del partido, sino que intentan quedárselo para ellos solos, derramando gotas de su ingénito y racial veneno capaces de engañar hasta a la propia serpiente. Es como decía Nietzsche, “El instinto de la manada expresa su voluntad de poder”, es decir que, algunos o más de la actual oligarquía o fuera de ella, intentaran arrastrar de nuevo todo, en el ideal de su conocida estulticia. Y así, como buenos aprendices de lo feo y lo malo, apabullaran a todos con falsas hagiografías de su necesitado benefactor intentando hacer a los demás afiliados hombres débiles y pequeñitos. 

No nos debe sorprender, por tanto, la ferocidad de su campaña, para alcanzar sus propósitos, ya que al menos es de admirar cuantas gentes oportunistas, nacen de los corrales económicos que cultiva la partidocracia actual. Y todos sabemos que quienes prueban su sabor, nunca comerán nada más gustoso, que los productos de sus pequeños huertos. Por ello, conocedores de que no hay nada que se contente menos que la barriga e incapaces de pronunciar palabras libres y sinceras, alabaran con la elocuencia del inculto a su actual hortelano benefactor. Porque el poder siempre necesita de esos pequeños personajillos, sujetos a cabezas vacías de cerebro, como solo los espíritus estrechos y débiles precisan. Sobre ellos, todos conocemos aquel el refrán que dice…” Si quieres conocer un personajillo, dale un carguillo”. En fin…, que pretenden mantener el pacto entre ellos, que viene a ser más o menos como eso de…” tú haz de las tuyas, que yo hare y callare las mías” más propio de la Celestina que de los verdaderos gobernantes.

Esto es lo que ellos piensan…que… ¡Mientras nosotros vivamos mejor, con el dinero ajeno, que nos importa todo lo demás! Sin duda, esta filosofía cartesiana, propia de políticos mediocres y manirrotos, es posible que sea la única que impera en sus neuronas. Filosofía antigua, que puede resumirse en… ¡Solo pienso yo, los demás solo están para que me den el pienso! Porque, estos son los insignes personajillos, que opinan desde su ombligo. Ya que incapaces de otra cosa, no van a hacer nada para ayudar al partido a salir de la crisis, solo les interesa mantenerse al margen y conservar su pesebre. Por ello, como los ángeles justicieros, que solo se rebelan realmente contra cualquier cambio de su estatus, viven… solo para sí… ¡Nada más! El problema es que, si son arrojados de sus privilegios, no serían recibidos en ninguna otra Ítaca de beneficios regalados. Por ello, no son simplemente personajillos, sino que adquieren la categoría de sicarios.

No obstante, hay que admirar la asombrosa capacidad, que tienen, para desviar su responsabilidad a otros. Si Maquiavelo viviera todavía, ¡Cuanta cosa cambiaria, en los consejos a su Príncipe! Porque, ahora… ¿Qué diría de los afortunados con las prebendas regaladas, adquiridos a base de su servidumbre al señor? ¿Mantendría su idea de que solo los tontos, se hacen dar por favor cargos sin que ellos sepan hacer nada por sí mismos? Porque, no nos engañemos la actual presidencia del partido, solo se mantiene, gracias a las voluntades de estos últimos. Por eso, el partido vive en la inestabilidad absoluta. Gentes de esta ambición, que no saben gobernar y que carecen de apego y fidelidad, poco debían durar dirigiendo los destinos de los demás. Pero de nuevo y… otra vez: ¡Veremos danzar sin tregua a los personajillos!, aunque también es cierto que los intereses del momento que les animan, les hacen olvidar el porvenir del partido. Pero esto…a ellos… ¡Que más les da!

Y al final…, si ellos ganan este embate en el congreso popular, mantendrá solo lo que ya tienen desde hace tiempo. ¡Más de lo mismo! Porque, arruinado al primer choque de la adversidad (que ya, se prevé próximo), su actual benefactor desaparecerá y el futuro del partido, se desdibujará para todos. Desaparición que hará, después de haberse dilapidado la fortuna del presente y del futuro popular, haciendo que este se hunda socialmente en la ciudad. ¡Ni talento, ni talante! Porque estos personajillos, carecen de ambas virtudes, y por eso no saben hacer nada para salir de la crisis que actualmente sufre el partido. Su falta de ideas sociales, han acarreado muchos peligros para el edificio del partido y de la ciudad, así como han creado mil disgustos para la posibilidad de su supervivencia. ¡Por ello, es necesario y vital el cambio…de su presidencia! Y… ¡Ahora, con la probable llegada de nuevas gentes a su dirección, todavía se está a tiempo! Porque para prosperar, solo se necesita que la utilidad no sea solo tibia, sino que sea agradable por la cortesía y por la afabilidad, y esto es lo que el nuevo candidato a la presidencia, parece que ofrece a todos.

Ya que, aunque todos sabemos, que la mayoría de los personajillos solo obedecen a la autoridad que otorga prebendas, nunca a la razón, también sabemos que ¡Arrodillarse…, no nos engañemos… solo sirve para rezar y suplicar…no sirve para nada más!