"Las CRT son una idea acertada, pues sólo hay que fijarse en la F-1, en la que existen una serie de motores y los equipos en muchos casos se fabrican sus propios chasis".
Dorna se propone acabar en dos o tres años con las fábricas para dar protagonismo a equipos privados, mucho más baratos y que den espectáculo. Se busca repetir el éxito alcanzado con Moto2 y como vía de salvación económica. En 2012 ya habrá entre ocho y 10 nuevas motos. Leer