Atlético de Madrid
El Atlético ha tocado fondo. Los jugadores lo saben. Son conscientes de una situación que insisten en que sólo ellos pueden levantar. En la peor crisis deportiva desde que Cerezo alcanzó la presidencia, dicho por el propio dirigente, los futbolistas no se esconden y aceptan toda la responsabilidad. Les llega ahora la ayuda de Quique Sánchez Flores, pero los pesos pesados se han encargado de repetir en la caseta que todo depende de ellos. Un mensaje que también han tratado de trasladar a la afición. A la conclusión del choque ante el Mallorca, los colchoneros no se escondieron. Salieron a hablar los hombres con más protagonismo en el equipo. La conclusión fue unánime: queda Liga, pero la reacción debe ser urgente.
Forlán y Maxi fueron dos de los que dieron la cara. Con rostro serio, preocupado, con tono bajo, apenas audible, ambos trataron de dar unas explicaciones de las quieren alejarse. Saben que la afición demanda acción, no palabras. "El vestuario está muy tocado. Lo que pasa no es normal. Es una situación delicada. Nada sale. Sólo nos queda demostrar las cosas, lo que se diga ahora está demás. Debemos dar la cara. La gente está cansada ya de escuchar palabras. La grada quiere resultados. Es normal que estén calientes", explicó Maxi Rodríguez. El ex capitán está llamado a ser un hombre clave en esa recuperación. La marcha de Abel puede concederle mayor protagonismo. "Esto no se soluciona hablando, sino jugando. Haciendo lo que tenemos que hacer dentro del terreno de juego", sostuvo, en una línea similar, Diego Forlán.
Sin acierto
El 'Bota de Oro', principal responsable de la machada final del Atlético el pasado curso y que les valió la Champions. Ahora, de cara a puerta, es la sombra de sí mismo. Ante el Mallorca falló una pena máxima. "Fue un día muy malo. Lo hicimos mal, muy mal. El partido lo teníamos de cara. Se nos fueron dos puntos. Es increíble. Aunque creo que de haber marcado el primer penalti todo hubiese sido diferente. Estamos en una dinámica que hay que cambiar. Sabemos que lo hemos dicho muchas veces, pero no se puede decir otra cosa. El empate duele mucho y más cuando el Mallorca estaba con nueve jugadores. El problema ha sido nuestro al no saber meter un gol con superioridad numérica". Tampoco quería darle excesivas vueltas a su propio error. "En el penalti estaba tranquilo. Intenté ajustarlo y se me fue". Ahora no entra ninguna ocasión.
Al Atleti actual le cuesta mucho perforar la red contraria. Su bagaje: un tanto en los últimos tres partidos. "El año pasado disparábamos desde 60 metros y era gol. Hoy por hoy no hacemos gol. El balón no entra y tampoco estamos jugando bien. Nosotros queremos ganar siempre, pero se están dando estos resultados", apuntó Maxi. La falta de puntería es una de las explicaciones más recurrentes a la delicada situación rojiblanca. "Es un todo. Influyen las piernas, la cabeza. Tenemos pocas ocasiones y no las convertimos en gol. Y cada situación que te crean se convierte en tanto para ellos. Es un momento muy malo y tenemos que hacer autocrítica. Debemos sacar esto adelante", analizó el uruguayo. "¿Los motivos? Hay de todo. Ha sido un año complicado con el tema de los fichajes hasta última hora. Lo que está claro es que el equipo no ha estado a la altura", opinó el argentino.
'Liberan' a Abel
De momento, la comprometida posición, tanto en Liga como en Champions, se ha cobrado una primera víctima. "No fue culpa de Abel. El mundo del fútbol está así montado y el primero que tiene que irse es el entrenador. Pero no fue el culpable", defendió Forlán. Los jugadores reclaman un protagonismo que esperan saldar con un resultado tan positivo como los dos años anteriores. "Quienes juegan son los futbolistas. Estamos intentando hacerlo bien, pero no sale", explicó el charrúa.
Ahora llega Quique. Ayer tuvieron su primera toma de contacto con él durante el entrenamiento celebrado a puertacerrada en el Calderón. Confían en su mano, pero no le cargan de presión. "Ojalá Quique solucione esto, pero debemos ser conscientes de que somos nosotros los que jugamos. Es un hombre de fútbol y sabrá lo que tiene que hacer para cambiar el rumbo del equipo. Es el mismo plantel que clasificó al equipo para la Champions. No debemos agachar la cabeza", insistió el pichichi de la pasada Liga. "Ojalá Quique nos pueda ayudar. El míster tiene experiencia y espero que nos ayude en lo anímico. El equipo está muy bloqueado", apuntilló Maxi.
Dentro de esa línea autocrítica, el vestuario tampoco quiere hacerse el "harakiri". Consideran que aún hay margen suficiente de maniobra. "La situación es muy delicada. Pero recién comienza la temporada, aún queda mucho", insistió Forlán. "Desde que pasó la pretemporada el equipo no anda bien. Debemos sumar puntos para recuperarnos anímicamente. El vestuario está muy tocado, pero ya digo que las palabras están demás y aún queda tiempo", sentenció Maxi. Marbella y Athletic de Bilbao, próximas pruebas