tiren

Que le tiren un zapato a Dick Cheney

Dick Cheney es aquel que ha ocupado la vicepresidencia de Estados Unidos los últimos ocho años y que desde el año 75 ha ocupado diversos cargos, algunos oscuros y otros más públicos de la administración norteamericana.

De Cheney se pueden decir muchas cosas, sobre todo malas, porque ha encarnado al mal en el poder de Washington. Es uno de esos hombres que han cogido las leyes y las han usado para limpiarse el trasero. Otros usan billetes de 100 dólares, pero él lo ha hecho con todos esos principios que pretenden exportar caritativamente a los incivilizados países del resto del mundo. Como secretario de Defensa fue uno de los precursores de la primera guerra del Golfo con Bush papá y luego hizo lo propio con el hijo. Y todo esto, como CEO de una petrolera y cuyo delicitivo papel empresarial fue indultado por ser simplemente vicepresidente. Si hay alguien en el mundo que no puede dar ejemplo, ni lecciones de nada, es precisamente Dick Cheney.

Cuando le quedan dos días para retirarse a su rancho de Wyoming a jugar por internet con sus muchos millones de dólares ganados a costa del contribuyente, Cheney ha querido dejar al mundo -una vez más por si no lo habñiamos entendido- su filosofía de vida: Guántanamo es necesaria y no debería cerrarse. Además, insiste en que la detención sin pruebas, sin juicio y sin derechos implica la necesidad de torturar a aquellos que llama combatientes ilegales.

Según los tribunales, Cheney ha cometido más delitos que los presos de Guantánamo y no ha sido ni torturado ni encarcelado. Él sin embargo, con sus actos, su billetera y su moral haliburtonera no ha hecho más que sembrar odio, destrucción y mucha muerte. No es posible calibrar tal nivel de maldad.
Entrando en la página solicitada Saltar publicidad