Bradley Wiggins ha venido a ganar la Vuelta a España. El contrarrelojista británico puso en jaque a todos los capos de la carrera donde menos se esperaba: en la alta montaña. La victoria en La Covatilla ha sido para Dani Martin y el maillto rojo pasa a Bauke Mollema tras el descalabro de 'Purito', que llegó 50 segundos 'tarde' a meta. Leer

Resulta que el soldado más discreto, el soldado silencioso, era el jefe de la revolución. Ocurre mucho en el ciclismo: no quien más bombas tira es el mejor bombardero. El castillo de Joaquim Purito Rodríguez no resistió ni uno solo de los ataques en la defensa de La Covatilla. Al primer disparo, se deshilachó el traje del general, rumiando su soledad sin ningún ayudante a su lado y aterrado por el viento cruzado habitual de este puerto. El soldado discreto se llama Bradley Wiggins, un británico, un expistard que mira la carrera desde la atalaya de sus 191 centímetros y la ligereza de sus apenas 70 kilos. Una especie de farola que ayer iluminó la subida degradando al general y reduciendo la guerrilla a cinco esforzados que en todo momento le secundaron en su travesía.

Tras lograr su primer triunfo de renombre en una carrera por etapas, Bradley Wiggins habló sobre su gran objetivo del año, el Tour, y sobre la participación de Contador: "No es bueno que un corredor que ha dado cuatro veces positivo esté en la carrera, y también es malo para equipos que, como el Sky, luchamos por ser limpios".

Andy Schleck, Lance Armstrong, Bradley Wiggins, Adréas Kloden y Franck Schleck tienen la vista puesta en el Mont Ventoux, el puerto de categoría especial que acoge la etapa de mañana y que será decisivo en su aspiración de subir al podium de París.

El británico Bradley Wiggins (Garmin), sorprendente revelación del presente Tour de Francia, reconoce que ni él mismo esperaba tal rendimiento "en términos de clasificación", aunque sí en cuanto a prestaciones físicas.