Los funcionarios marroquíes encargados de efectuar los trámites administrativos preceptivos para la entrada de ciudadanos extranjeros en el país vecino han vetado este mediodía el paso de Salec Brahim Mohamed, nacido en El Aaiún hace 33 años y con nacionalidad española de origen, con el pretexto de que sin documentación del país vecino le sería imposible acceder a su territorio.

Brahim Mohamed vive desde hace 14 años en Málaga, donde reside con su padre, de 72, que se trasladó a España para ser operado tras ser víctima del estallido de una mina en el Sahara Occidental en 2004. Hoy pretendía cruzar la frontera del Tarajal para, desde allí, emprender un “largo” viaje en autobús y tren hasta El Aaiún.

El saharaui no visita la tierra que le vio nacer desde el 2 de julio del año pasado, cuando logró hacerlo tras volar desde Las Palmas hasta Marrakech. Allí, en el puesto de control del aeropuerto le advirtieron ya de que sin pasaporte del Reino alauita no podía entrar en su territorio, pero finalmente le dejaron pasar y pudo encontrarse con sus nueve hermanos y su madre.

Hoy no ha corrido la misma suerte. Superado el puesto fronterizo español en el Tarajal, Salec Brahim acudió a las ventanillas marroquíes para, como cualquier foráneo, sellar su pasaporte. Según el relato de los hechos que ha hecho a Ceutaaldia.com el funcionario que le atendió torció el gesto cuando vio en su documento español que en el apartado de lugar de nacimiento pone ‘El Aaiún (Sahara)’.

“Cabrones, habéis matado a nueve policías marroquíes”, dice el saharaui que le espetó el marroquí, que acto seguido le requirió sus papeles del país vecino. “No los tengo, nunca los he tenido, soy español”, asegura Brahim al periodista esgrimiendo también su partida de nacimiento, que deja bien claro que tiene esa nacionalidad “de origen”.

Uno y otro entablaron entonces una discusión sobre la situación el Sahara, que arde en llamas de protesta y represión desde hace días. “Mi hermano mayor está desaparecido desde el martes”, dice el rechazado en la frontera de Bab Sebta, de la que salió escopetado. “Le pedí mi pasaporte al funcionario y cuando me lo dio volví a Ceuta para no tener más problemas”, resume. A las 20.00 horas, en un buque de Acciona, Salec Brahim regresó a la Península con la idea de tomar un vuelo desde Mälaga hasta Las Palmas y, desde allí, “son sólo 30 minutos”, dice, llegar a El Aaiún, donde el Frente Polisario ha denunciado este viernes que el desalojo del campamento de protesta y los posteriores incidentes que se registraron han dejado decenas de muertos, más de 4.500 heridos y más de 2.000 detenidos.