30 años negando a Ceuta

- En 1981 el Pleno del Ayuntamiento acordó por primera vez la aplicación de la Disposición Transitoria Quinta de la Constitución Española de 1978

- La decisión debería haber servido para convertir a Ceuta en Comunidad Autónoma, tres décadas después los representantes políticos se han olvidado de la voluntad de los ceutíes

En septiembre de este año 2011 se cumplirá el trigésimo aniversario del primer acuerdo plenario en el que se solicitaba la aplicación de la Disposición Transitoria Quinta de la Constitución Española de 1978. Treinta años de la lucha de Ceuta por su autonomía, que vivió su época más intensa entre los años 1985 y 1995. Una década en la que los partidos localistas llegaron a dominar el panorama político ceutí, relegando a un segundo plano a los partidos políticos de ámbito nacional y en los que la sensibilidad de los ceutíes hacia lo suyo era bien distinta de la de ahora.

La historia de la lucha autonomista de Ceuta, en estas tres décadas, es dilatada, con opiniones encontradas, cambios de pareceres y posiciones inamovibles. Antes de septiembre de 1981 se planteaba la posibilidad de mantener a Ceuta y Melilla dentro del territorio andaluz, Unión de Centro Democrático (UCD) y PSOE defendían y rechazaban esta posibilidad. Se trataba simplemente de la búsqueda de mayorías en el Parlamento andaluz. La pre-autonomía andaluza, debatida entre 1977 y 1979, estaba dominada por los socialistas, la inclusión de diputados de ambas ciudades norteafricanas cambiaría la balanza andaluza a favor de la UCD, debido a que el partido de Suárez dominaba Ceuta y Melilla. Ya en septiembre de 1981 con el Estatuto de Autonomía de Andalucía en el paritorio y sin la inclusión definitiva de ambas ciudades, Ceuta y Melilla no tenían más opción que agarrarse a la Disposición Transitoria Quinta de la Constitución, para no quedarse descolgada del nuevo mapa que configuraría la España democrática, la de las Autonomías. Entre 1979 y 1982 se aprobaron los estatutos de las 17 Comunidades Autónomas que conforman el mapa autonómico español. La tan traída Transitoria Quinta textualmente expresa que: “Las ciudades de Ceuta y Melilla podrán constituirse en Comunidades Autónomas si así lo deciden sus respectivos Ayuntamientos, mediante acuerdo adoptado por la mayoría absoluta de sus miembros y así lo autorizan las Cortes Generales, mediante una Ley orgánica, en los términos previstos en el artículo 144”. El ayuntamiento de Ceuta lo acordó en septiembre de 1981 y lo ratificó en 1985. Expertos en derecho constitucional, afirman que el encaje de Ceuta y Melilla como Comunidades Autónomas se realizaría mediante la D.T. Quinta y el artículo 144 a. de la Constitución que dice “Autorizar la constitución de una Comunidad Autónoma cuando su ámbito territorial no supere el de una provincia y no reúna las condiciones del apartado 1 del artículo 143”. Ese apartado del artículo 143 se refiere a “las provincias limítrofes con características históricas, culturales y económicas comunes, los territorios insulares y las provincias con entidad regional histórica podrán acceder a su autogobierno y constituirse en Comunidades Autónomas con arreglo a lo previsto en este Título y en los respectivos Estatutos”. En los acuerdos político-administrativos firmados por el Gobierno de la UCD y el PSOE, el 31 de julio de 1981, se establece que en Ceuta y Melilla se aplicará una de las siguientes soluciones: “Que se constituyan en Comunidad Autónoma según lo previsto en la Disposición Transitoria Quinta de la Constitución; o que permanezcan como Corporación Local, con Régimen Especial de Carta”. Los Plenos de los respetivos Ayuntamientos adoptan por mayoría absoluta el acuerdo por el que solicitan a las Cortes Generales, en virtud de la citada Disposición Transitoria Quinta, su institucionalización como Ente autonómico: en primer lugar lo hace el de Ceuta, el 28 de septiembre de 1981, y unos días más tarde el de Melilla, el 13 de octubre de 1981. Entre 1982 y 1992 UCD, PSOE, AP, PP y CDS presentan proyectos de Estatutos de Autonomía a las Cortes Generales, todos en base a la Disposición Transitoria Quinta, a excepción del presentado por el PSOE en 1986. En algunos de los casos, estos proyectos incluían la Isla de Perejil y el Peñón de Vélez de la Gomera como territorio ceutí. Y el Peñón de Alhucemas y las Islas Chafarinas como territorio melillense. Todos estos proyectos, fueron en unos casos rechazados, en otros no llegaron a debatirse debido a que caducaron por la disolución de las Cortes. Ceuta jamás accedió al rango de Comunidad Autónoma, en contra de la voluntad de los ceutíes, y se le concedió en 1995 un estatuto de Ciudad Autónoma presentado en 1994 a las Cortes por el PSOE tras acuerdo con el PP, conforme al artículo 144 b., según los expertos, ideado para una futurible anexión de Gibraltar a España. Este artículo dice “Autorizar o acordar, en su caso, un Estatuto de autonomía para territorios que no estén integrados en la organización provincial”. En 2004 el MAP abre un proceso de reformas de los textos autonómicos, una ocasión inmejorable para que Ceuta se subiese al tren del mapa de las autonomías. Tras casi siete años el estatus de Ceuta permanece inmóvil.

30 años después de que el Pleno de la Asamblea de Ceuta (represenatnte máxima de la voluntad y soberanía de los ceutíes) expresara su deseo de ser Comunidad Autónoma conforme a lo que dicta y marca la Constitución todo sigue igual y Ceuta es mitad municipio, mitad autonomía. Ceuta es una cosa rara. 30 años después muchas promesas, escritas y verbales, se han roto como la porcelana, muchas formaciones han cambiado de opinión conforme a sus intereses puntuales, olvidando lo expresado por la soberanía popular con un solo resultado, el olvido de los ceutíes de aquello por lo que luchaban. Y es que en esos 30 años, muchos ceutíes han recordado su deseo de convertirse en Comunidad Autónoma. En 2004, asociaciones de vecinos, sindicatos, empresarios y muchas otras voces de la sociedad recordaron que ese deseo, expresado de forma rotunda en la calle en 1994, sigue vigente. 30 años después y a pesar de todo eso, no parece que nadie con capacidad para cambiar la situación (PP y PSOE) vayan a mover un dedo por hacer cumplir la voluntad y el deseo de los ceutíes.30 años después los representantes políticos siguen demostrando su incapacidad para cumplir aquello que prometen e incluso aprueban en el Pleno.


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