La letra pequeña de las encuestas electorales


La letra pequeña de las encuestas electorales

- La desigual distribución de los teléfonos fijos ceutíes, la hegemonía del PP, la segmentación del voto y la incógnita de la participación, grandes lastres locales

Como las naranjas al invierno, las encuestas son también un fruto típico de los meses que anteceden a cualquier cita electoral. En el ámbito político, como en el agrícola, la modernidad ha permitido que tengamos manzanas, como sondeos, durante todo el año, pero nada como el final de una legislatura a escala nacional, autonómica o local para ver proliferar augurios sobre cuál será el resultado que arrojen las urnas.

Antes siquiera de llegar al cuatrimestre previo a los comicios autonómicos y locales del próximo 22 de mayo el diario ‘El Mundo’ y el PP han encargado y dado a conocer ya sendas prospecciones, ambas elaboradas por la empresa ‘Sigma 2’, sobre el panorama que dejarán las elecciones en la Cámara ceutí. La primera apuesta porque los Populares llegarán a 20 diputados; que el PSOE se llevará tres o cuatro y que UDCE se quedará en dos. La de la formación de Rajoy ‘calca’ estos vaticinios.

De la segunda, dada a conocer por el diario ‘El Faro’, sólo se sabe de su letra pequeña que fueron mil las entrevistas realizadas. De la primera, que se realizaron 300 llamadas telefónicas con éxito. Hace nueve meses, ‘Mercociudad’ hizo otro sondeo en el que preveía que el PP obtendría este año 19-20 diputados; que Caballas se iría a 4-5 y que el PSOE no pasaría de 2-3. En este caso se efectuaron 500 entrevistas, también a distancia, por toda la ciudad.

¿Son fiables sus resultados? Para responder a esta pregunta conviene revisar los antecedentes históricos más próximos y someterse a la opinión de los expertos. ‘El Mundo’, hace cuatro años, auguró al PP un resultado de 18-19 escaños; vaticinó 4-5 para los socialistas y solo 1-2 para UDCE, entonces coaligada por IU. Con una gran horquilla, el PP hizo un sondeo similar al efectuado ahora que le proyectaba 15-18 diputados.

“Las encuestas preelectorales”, advierte el politólogo y responsable de la empresa ceutí especializada ‘Sociópolis’, Carlos Rontomé, “son una instantánea, una foto fija de lo que la sociedad piensa hacer ante las urnas en un momento determinado, pero la imagen que reflejan puede cambiar por múltiples factores, incluida la propia publicación de los sondeos”.

De aquí a mayo muchos medios encargarán o se harán eco de este tipo de previsiones. ¿A qué debe estar atento el ciudadano cuando se tope con ellas? “La práctica totalidad de los medios serios incluyen una completa ficha técnica en la que es importante que se refleje cuándo se hicieron las entrevistas, cuántas se efectuaron y cómo se realizaron”, amplía Rontomé. Como tendrá la ocasión de comprobar, todas ellas reflejarán un margen de error inferior al 5%, el mínimo asumible para no sonrojan a sus autores. Pero con eso no basta.

En lo que al número de entrevistas requeridas para confiar en los resultados de una encuesta se refiere Rontomé señala que en Ceuta un número aparentemente “idóneo” es “entre 500 y 600”. “Con mil quizá te pasas y con 300 no llegas”, apunta, aunque subraya que más importante aún es si efectúan telefónica o personalmente. “A distancia es más barato y más sencillo, pero la fórmula preferible son las entrevistas personales o domicliarias, como las del Centro de Investigaicones Sociológicas (CIS), en la que le ves la cara al encuestado y sus respuestas suelen ser más amplias”, completa.

La tendencia a recurrir al teléfono como fórmula de sondeo tiene, en Ceuta, un ‘riesgo’ añadido. La existencia de muchas menos líneas fijas en la periferia en comparación con el centro y el volumen de población que vive en ambas zonas introduce un sesgo considerable en los sondeos locales que debe ser corregido anticipadamente.

“Si a ello se une la compartimentación del voto, el problema es mayor”, apunta Rontomé sobre un fenómeno común a los sondeos revisados durante los últimos cinco años: UDCE, que tiene a gran parte de su electorado en los distritos más alejados del Foso de la Almina, siempre resulta minusvalorado con respecto a su resultado electoral definitivo. Con el PSOE suele suceder lo contrario, mientras que los resultados del PP casi siempre “se clavan”.

Más fácil con los grandes

“Los resultados de los partidos mayoritarios suelen poderse predecir con mayor grado de exactitud que los de las minorías, sobre todo cuando son muy minoritarias como aquí”, prosigue, a la luz de su propia experiencia, Rontomé, quien calcula que una empresa suele tener que realizar hasta cinco entrevistas de media para obtener una válida. “Habitualmente se contrata a mujeres, que dan más confianza a las de su sexo y con las que los hombres suelen tener más disposición a hablar”, señala el politólogo, que desvela que las empresas especializadas acostumbran también a trabajar con bases de datos telefónicas en las que los interlocutores que atienden “bien” acostumbran a quedar ‘marcados’ y a ser encuestados más asiduamente.

Las disfunciones en el reparto de líneas, la muy mayoritaria hegemonía política del PP, la compartimentación del voto por distritos y lo reacios que son los ceutíes a confesar sus intenciones de voto directo (“un tercio”, suele decir en este tipo de encuestas que no sabe, no quiere confesarlo o no tiene decidido a quien apoyará) son factores objetivos que repercuten sobre la fiabilidad de estas previsiones políticas en Ceuta.

Además, puede influir la mayor o menor ‘cocina’ que se le meta a los resultados por interés científico o partidista. “Mucha gente no dice a quién va a votar, por lo que se tiende a ubicar en un partido u otro en función de su recuerdo de voto, de su valoración de líderes o de su ubicación ideológica, métodos científicos a los que se les suelen llamar ‘cocina”, argumenta el politólogo ceutí.

¿Se encargan sondeos con un resultado deseado por anticipado? Rontomé reconoce que cada partido tiende a trabajar con empresas más o menos “afines”, pero niega que las variaciones en sus conclusiones sean grandes. “El País y El Mundo pueden publicar encuestas el mismo día con resultados distintos, pero nunca muy dispares”, señala apuntando a la movilización como uno de los principales objetivos de la publicación de determinados sondeos.

Eso en cuanto a las cifras que muestran. El responsable de Sociópolis llama la atención, sin embargo, sobre un porcentaje que casi nunca anuncian y que es “clave” en el resparto de los escaños. La participación. “Es extremadamente difícil de extraer cuál será el grado de asistencia a las urnas, por lo que se acostumbra a recurrir a anteriores citas electorales, sobre todo en espacios con poca movilidad ideológica como esta ciudad”, reseña. Ninguna de las encuestas publicadas hasta ahora en Ceuta se atreve a decir cuántos ceutíes irán a las urnas en mayo.

La letra pequeña de las encuestas electorales


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