Y es que aunque Bel señala a Vivas como bienhechor y artífice máximo de la reducción de la zona comercial de la Manzana, lo cierto es que se trata de una realidad que tan sólo ha llegado tras reiteradas denuncias, sentencias judiciales, y en cada uno de los casos los correspondientes recursos presentados por la Ciudad, pagados con el dinero público de todos los ceutíes, para intentar dar la vuelta a fallos judiciales que en su espíritu perjudicaban a una empresa privada.
Tras esta modificación de la licencia de implantación, se recoge en el documento la nueva distribución aprobada en el pleno, con una superficie para la zona comercial inferior al 10 por ciento del total construido.