Una de las opciones que se barajan según Cembrero es construir una galería de reconocimiento desde la costa marroquí hasta la brecha más meridional, para comprobar sobre el terreno la composición real del fondo marino. La excavación de este túnel y los estudios posteriores supondrían retrasar el proyecto ocho años y un gasto adicional de unos 1.000 millones de euros, con el riesgo de que posteriormente se comprobase la imposibilidad de acometer la obra. Originalmente el coste del proyecto se calculó a mediados de los 90 en 5.000 millones de euros, una cifra que actualizada sería mucho mayor.
Esta noticia se produce a pocas fechas de que la ministra de Fomento española y el ministro de Fomento marroquí acudan a Luxemburgo para presentar el proyecto ante la Unión Europea con miras a su posible financiación.