La Cámara de Comercio y la Ciudad, en colaboración con la Mesa de Accesibilidad Cognitiva y la Escuela de Artes, están impulsando la creación de una carta de cafetería con pictogramas para facilitar el acceso a personas con discapacidad cognitiva. Un proyecto "ilusionante" que ya se ha probado de forma piloto en tres establecimientos y que se perfilará a lo largo de este año con el objetivo de llegar "a cuantos más negocios hosteleros, mejor".

Joaquín Molledo (Cámara de Comercio), Teresa de Juan (Ciudad), Victoria Ezquerro (Mesa de Accesibilidad) y Francisco Ruiz (Escuela de Artes) presentaron este lunes la evolución del proyecto, que ya cuenta con una carta base.

Según detallaron se han empleado unos pictogramas gratuitos y universales creados por el Gobierno de Aragón, que los miembros de la escuela de artes han colocado "en forma de tríptico para dar la mayor información visual posible de un vistazo".

La idea, que "las personas con problemas de compresión y de lenguaje puedan pedir sin problema", algo que ya se aplicó "en atracciones turísticas".

El menú se ha probado de forma piloto en Gastrobar Van Googh, Correos Café y La Riquísima II y ahora se buscará tratar individualmente con otros negocios para adaptar la carta de cada lugar a pictogramas. "Claro, no todas tienen lo mismo. Por ejemplo, a algunas habrá que añadir más productos árabes", puntualizaba Ezquerro durante la comparecencia.

El proyecto surgió hace un año y ha ido dando pasos merced a una reunión mensual de todas las partes implicadas. Además de la relación con los negocios, otra de las líneas clave ha sido poner los pictogramas a disposición de clínicas de logopedia, guarderías, colegios, institutos y centros de educación especial, de modo que los usuarios puedan familiarizarse con ellos.

Los trabajos comenzaron hace un año y seguirán desarrollándose a partir de enero en colaboración con el Grado de Mediación comunicativa del IES Abyla para crear unos tableros de comunicación para personas con discapacidad motriz, "que no pueden señalar con el dedo, pero sí con la mirada". El objetivo final, "permitir que cualquier cafetería tenga un comunicador oral, además del formato impreso".