No es un convenio como tal, sino un paquete de ayudas (uno más potencial que actual). La Consejería de Educación, Cultura y Juventud ha recibido este 6 de febrero el visto bueno a una particular propuesta que lleva la rúbrica de Pilar Orozco: "Una convocatoria de subvenciones dirigida a la comunidad islámica".

Según ha detallado el consejero de Presidencia y hoy portavoz del Ejecutivo, Alberto Gaitán, la iniciativa tiene por objetivo "fomentar la participación de asociaciones y entidades público-privadas en el desarrollo de proyectos y actividades", así como "ampliar los recursos existentes para cubrir sus necesidades dentro del ámbito cultural".

La idea que Orozco y sus asesores tienen entre ceja y ceja no es otra que "impulsar el avance de los principios sociales básicos en una sociedad multicultural como lo es la nuestra". El instrumento con el que la Ciudad tratará de materializar tan noble pretensión tiene forma de cheque. Sus fondos: 60.000 euros.

El dinero presupuestado por parte de la Administración local se repartirá entre las organizaciones que se adhieran a la convocatoria en función de sus necesidades y aspiraciones. El proceso de adjudicación será el propio de una libre concurrencia, lo que viene a significar que las ayudas habrán de ser concedidas de manera imparcial.

Decía el propio Gaitán que "las bases reguladoras fueron publicadas en el Boletín Oficial de la Ciudad el pasado 30 de diciembre". De salir adelante el anuncio, el plazo para abonar las cuantías asignadas no se alargaría, en ningún caso, más allá del presente ejercicio.