Aún no hay convenio, pero ya es seguro que lo habrá: el Gobierno local se reunirá dentro de escasamente una semana con sus homólogos melillense y andaluz para firmar un novedoso documento que permitirá (o debería permitir) a todos los actores implicados trabajar codo con codo en materias tan sumamente trascendentales como educación, sanidad e inmigración.

Lo cierto es que lo de 'novedoso' es más bien relativo, puesto que ya ha habido colaboración en el pasado (a tres bandas, de hecho): el último intento de acercamiento data de 2018. La idea, sin embargo, no se pudo desarrollar todo lo que unos y otros habrían deseado. La culpa la tuvo un tal 'coronavirus', pero hace ya mucho que este pasó a mejor vida, por lo que Andalucía, Ceuta y Melilla tienen aparente vía libre para establecer un nuevo protocolo de reparto de menores no acompañados, uno del que, sobre todo, se beneficiarán las dos ciudades autónomas.

Alberto Gaitán ha desvelado este 6 de febrero que, durante el transcurso de "los últimos días", han cruzado irregularmente el paso fronterizo de El Tarajal "unos 35 menores", circunstancia que eleva a 185 la cifra actual de tutelados por la Administración. De los casi dos centenares de irregulares, cerca de una veintena pondrán rumbo a la península más pronto que tarde. "Serán en torno a diecinueve", adelantaba el propio Gaitán. Si todo sigue su curso, los jóvenes abandonarán nuestra tierra "en pocos días". "Casi con total seguridad, saldrán de aquí la semana que viene", vaticinaba el titular de Gobernación.

Ni que decir tiene que una treintena de menores en un lapso de apenas unas jornadas son muchos menores. Siendo el escenario el propio de una crisis migratoria incipiente, el Gabinete de Juan Vivas ha decidido abrir un canal de contacto directo con Moncloa para que Interior nos eche un cable. "Hemos enviado ya la memoria correspondiente para la puesta en marcha de un nuevo plan de respuesta", anunciaban desde el Ejecutivo.

A pesar de todo, hay optimismo. La positividad con los traslados es tal que Vivas y los suyos confían en que puedan abandonar Ceuta muchos más menores de los que serían necesarios para bajar del tope de 132 (la capacidad máxima de acogida). "Hemos solicitado que se deriven alrededor de setenta", revelaba el hoy portavoz del Gobierno, que apelaba a la "solidaridad" del resto de comunidades autónomas. "Confiamos en que la haya", remataba.