Cuando se acerca la temporada navideña, muchas tradiciones vuelven a ser relevantes para la mayoría de las personas. Supersticiones, recetas familiares y detalles especiales forman parte de las típicas actividades de la Navidad. Sin embargo, en honor a la verdad, es la comida lo que más une en esta época festiva. Cenas de fin de año con amigos, familias incluso con compañeros de trabajo. En estas actividades, la cesta navideña o “lote” sigue siendo uno de los regalos tradicionales más deseados entre las personas.

Aunque se suele regalar este tipo de detalle en los días antes de Navidad, este no es precisamente un invento moderno. Su origen se remonta a una fiesta pagana en los años del Imperio Romano. La Sportula, se celebraba en diciembre específicamente en Roma. Ahí, los pobres y desfavorecidos, recibían una cesta de mimbre llenas de alimentos, higos y laurel de parte de su patrón. Esta tradición fue evolucionando con el tiempo y encontró un espacio en diferentes instituciones como la Iglesia y su idea de la caridad, y en culturas que llegaron hasta a institucionalizar una fecha para este festejo: Gran Bretaña y su Boxing Day cada 26 de diciembre.

Lo que es cierto es que a finales del siglo XIX, esta tradición echó raíces en España, y se afianzó a mediados del siglo XX. A llegado a tal punto, que el Tribunal Supremo de España ha sentenciado en varias ocasiones que estas cestas son un derecho adquirido por los trabajadores, siempre que estas hayan sido entregadas en años anteriores. Si tu empresa no está en este tipo de litigios, o quieres obsequiar una a amigos o familiares y aun no has decidido la cesta de navidad que regalarás, te recomendamos que te des prisa. Muchas personas y empresas dejan esta tarea para último momento. Encargar tarde un lote o prepararlo uno mismo, es una tarea puede llevarte mucho tiempo.

Lotes hay en gran variedad y tamaños diferentes; pero si algo caracteriza a todas las cestas navideñas es que siempre hay un elemento principal que las destaca. Esto es un buen punto de partida para sorprender a un familiar, amigo o trabajador que tenga una clara preferencia por algún ingrediente o producto. Desde vinos, hasta jamones, pasando por quesos o dulces.

¿Sabías cuáles son los productos indispensables en un lote navideño?

• Un buen vino no puede faltar, porque son prácticos y útiles durante las fiestas y encuentros de este mes. Sea tinto o blanco, es un producto gastronómico español por excelencia. La elección, queda a tu gusto.
• El queso tiene un espacio privilegiado en una cesta, y si se acompaña de pan y aceite de oliva, mejor. Opta por uno de tetilla, de romero o uno curado. ¡Son irresistibles!
• Un trío perfecto: chorizo, lomo y salchichón. Un surtido de embutido nunca queda mal y combina perfecto con los otros elementos de la cesta.
• El jamón ibérico es probablemente, el favorito de siempre. Y una cesta con un buen jamón es una buena manera de expresar nuestra estima y agradecimiento.