El cronista oficial de la Ciudad, José Luis Gómez Barceló, ha destacado la singularidad de la obra, cuyas características la asemejan con otras procedentes de América Látina, no muy habituales. Se trata de una pieza decorativa, debido a su pequeño tamaño, y aunque la representación de la Virgen no es fiel, una serie de detalles como la diferencia de color entre manto y vestido, el rostro de estilo gótico o el pie que asoma validan la autenticidad de la imagen.
La presentación de esta obra también ha servido para mostrar una plancha para grabados del Cristo de los Afligidos, donada a los fondos de la Ciudad por Antonio Aróstegui.