La Compañía de Teatro César Martín cierra el telón tras 13 años y dice "hasta la vista"

La Compañía de Teatro César Martín cierra el telón tras 13 años y dice "hasta la vista"
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Varios miembros de la compañía se despiden

La "precariedad" ha condenado este apasionante proyecto fundado por el actor y director que le dio nombre. "No puedo pedir más favores", lamenta al tener que tomar la "dolorosa" decisión de de disolver el grupo.


Han sido trece años de pasión sobre las tablas, pero "la precariedad" ha podido con la Compañía de Teatro César Martín, que sin lugar de ensayo ni material escénico echa el telón. "No puedo pedir más favores", lamenta el actor y director que insufló vida al proyecto que ha llevado su nombre. "A pesar del esfuerzo no ha sido suficiente".

No ha sido fácil dar el paso. De hecho, asegura que la decisión ha sido "dolorosa". "Aunque parezca mentira que un actor diga esto, no quiero ser dramático, y desde luego no quiero abandonar el teatro, que ha sido mi vida desde hace 27 años, pero vamos cada vez peor, una situación que se deteriora cada vez más desde hace años y ya no sé a quién más pedirle favores para poder continuar", ha expresado Martín. Con 27 años de experiencia en el sector, le gustaría que "este adiós solo fuera un hasta luego", pero a día de hoy tampoco tiene esa certeza. "Ojalá en el futuro no muy lejano cambien las circunstancias y podemos volver, pero como digo, no parece probable", añade con pena.

El veterano ha querido agradecer a todas las personas que han hecho posible el sueño que fue la Compañía, desde aquellas que "se han interesado" de manera individual,"ayudado como han podido y colaborado en mantener el teatro vivo en nosotros" hasta el personal de Cultura y los consejeros que "con el tiempo han pasado a ser amigos". También a "los teatreros" (actores, técnicos, músicos, tramoyistas, etcétera )de la pequeña familia que fue y será la compañía, así como al público. De todos ellos se ha despedido -negándose a un "adiós"- con un afectuoso "hasta la vista".

La disolución del grupo no es tampoco sorpresa. Aunque pone por delante que no puede hablar por otras compañías, recuerda que "algo parecido ocurrió con la Asociación de Cine de Ceuta, que por falta de medios canceló las muestras de cortos que tuvieron 10 años de vida". Con cierta amargura confiesa tener "la sensación que la producción de cultura local se ha visto mermada estos años". "Y siendo algo egocéntrico, se va a reducir más ahora que no estamos nosotros".

Una historia de supervivencia

La Compañía de César Martín comenzó sus andanzas en 2011 con el estreno de la obra La Mujer de Negro, en un recién estrenado Teatro Auditorio del Revellín. Trabajaban en una zona de la planta baja de la Antigua Residencia de la Juventud, un espacio cedido por la Ciudad, que compartían con Conmedia Farsa, otra compañía local que Martín ayudó a fundar.

La declaración en ruina -posteriormente revocada- del edificio obligó a los artistas a abandonarlo. Se quedaron sin local, pero nunca sin apoyos. A lo largo de los años contaron con la colaboración de multitud de personas y organismos, desde la Biblioteca Pública hasta asociaciones de vecinos como la de Manzanera pasando por Parques de Ceuta o el Gimnasio Ushiro, entre otros.

Entre los escollos que ha tenido que sortear La Compañía, el del espacio y los materiales ha sido casi una constante que persiste hasta la fecha. El sótano del Revellín fue su lugar de almacenaje durante tiempo hasta que debido a la normativa de roesgo de incendio tuvieron que buscar una alternativa para una gran parte de las piezas que componían la escenografía de las obras. Elementos valorados en unos tres mil euros que terminaron en la basura y que supuso un agujero en la economía de Martín del que no se recuperó.

Una pesadilla que se alarga a la presente semana, ya que sin dinero para hacerse cargo de los pagos del alquiler del trastero que tienen contratado, tendrán que deshacerse del mobiliario escénico restante (el que permanece en el Revellín) antes del viernes.

A esta serie de catastróficas desdichas se unió la cancelación por problemas de agenda de su última función, la primera de las dos que solía ofrecer la compañía y cuyo caché permitía mantener en pie la Compañía. El último golpe en un año sin ingresos que ha acabado con los fondos y condenado a Martín y los suyos.

La Compañía de Teatro César Martín cierra el telón tras 13 años y dice "hasta la vista"


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