Con la Semana Santa alcanzando su ecuador aún queda tiempo para uno de los principales pasatiempos de estos días festivos, el cine. Pocas cosas más características que los peplum y las películas sobre la Pasión para unos días tan marcados por la religiosidad y la tradición. Sin embargo, y siempre casualmente, los expertos contactados por ceutaldia.com para hacer sus recomendaciones y hablar sobre su relación con los filmes de Semana Santa han resultado ser ateos.

Morata, neorrealismo contra la "estampita"

Uno de ellos es Rafa Morata, que reconoce que le parecen "un poco royazo", por la combinación de "espectacularidad, cartón piedra, música omnipresente" y que muchos de estos audiovisuales sean "muy de estampita", aun teniendo en consideración "la época en la que fueron rodados".

Sin embargo, es capaz de rescatar sin problema un par de recomendaciones de su amplia filmoteca mental. "Yo recomendaría, y siempre lo hago, una película de Pier Paolo Passolini, de izquierdas y ateo. 'El evangelio según San Mateo' de 1964". "Si fuera religioso sería la película que querría ver en Semana Santa", añade.

Los motivos, su carácter "revolucionario", con "actores no profesionales", incluido el Cristo, representado "por un estudiante español de arquitectura, Enrique Irazoqui". "Ofreció una visión muy humana de Jesús, que llega a la edad de treinta años para proclamar que es el Mesías, con todo lo que esto ocasiona".

Rodada en blanco y negro combina "espectacularidad con modernidad, mezclando música sacra y gospel". Morata lo tiene claro: "Es la película que querría ver siempre porque retrata al Cristo más humano de la historia", concluye.

Su segunda recomendación es 'El Mesías', rodada por el también italiano Roberto Rosselini en 1975. "Él empezó siendo comunista y luego se volvió creyente", cuenta sobre el director Morata, que explica que el filme trata "el proceso de Cristo, también de forma muy realista y desde una perspectiva mucho más cercana, sin tener nada de estampita".

Destaca de la película su uso de escenarios naturales y el retrato de un Jesús "muy humano", en una cinta "muy austera", que adopta "la visión de una persona creyente respecto a un momento tan crucial como es la Pasión".

Se trata en cualquier caso de dos largometrajes poco comerciales, "más bien de círculos restringidos" y que se alejan mucho de la programación televisiva típica de la que Morata huye. Dos de sus filmes más odiados dentro de la categoría son 'La historia más grande jamás contada'' (Lean, Stevens, Nagulescu; 1965) -en la que "pusieron un cristo muy atípico, un actor de (Ingmar) Bergman, rubio y además es larguísima", apunta- y 'Jesús de Nazaret' (1977) de Franco Zeffirelli, "que dura casi seis horas y es un perfecto ejemplo de película de estampita que no debería rodarse jamás", concluye.

Sin embargo, en su juventud, asume el entendido que le tocó tragarse más de uno de los tradicionales títulos de la Semana Santa. "De pequeño no te das cuenta y las ves. Lo malo es que las asocio a un tiempo aburrido, en el que no puedes o no debes hacer nada porque ha muerto una persona. Suelo huir de esas cosas. Me da sensación de recogimiento y pena", reflexiona.

Alarcón, el niño que vio el funeral de Kennedy y recuerda Ben Hur

Vaya por delante que el director de la Biblioteca Pública Adolfo Suárez, José Antonio Alarcón, reconoce ya de inicio que la Semana Santa "no es" su fuerte y que las películas que recuerda las vio "fundamentalmente de joven". 

"Se ponían en la tele o en el cine, incluso en los cines comerciales había más de dos a la vez. Durante esas semanas se pasaban películas tradicionales. La primera televisión llegó a mi casa cuando tenía tres o cuatro años, con lo que me he criado con ella. Lo primero que vi fue el entierro de Kennedy.  En el año 1963", rememora.

De aquellos años recuerda pocos títulos, alguna "de la Pasión" y con algo de cariño 'Ben Hur' (Wyler, 1959): "Es la que siempre me sale y repetía todas las semanas santas. Supongo que es por haberla visto de niño".

A Alarcón -que antes llegó a ser nazareno e incluso hermano mayor, "en una cofradía que salía los miércoles y tenía la capa celeste"- ya no le entusiasma tanto la Semana Santa. "Mi hijo sí, no sé de donde lo ha sacado, pero es una afición como cualquier otra", expresa, mostrándose eso sí aficionado a una película más controvertida, pero que "no se pone en esta época" (ríe), como 'La vida de Brian' (Monty Python, 1979).