"Un sencillo acto": así ha sido la ceremonia de presentación de la novísima 'Asociación de Amigos del Museo Histórico Militar'. La sencillez ha impregnado por completo el salón de actos de un Casino que, poco antes de la hora del almuerzo de este soleado 13 de septiembre, ha sido testigo directo del nacimiento de una entidad que, desde hoy, alberga en sí algo más que simple enjundia.

Hay quien dice que lo castrense está en declive y que el gremio no hace más que perder adeptos por cada año que pasa. En la otra cara de la moneda, hay otros -como es el caso del general Antonio Ruiz Benítez- que están convencidos de que "la historia militar vuelve a estar de moda". Cuestión de perspectiva; no hay duda. En Ceuta, desde luego, esa supuesta devoción por las Fuerzas Armadas parece estar resurgiendo cual ave Fénix. El evento de hoy da buena cuenta de que, pese a lo atrevido de la afirmación, hay parte de verdad en ella.

Más que en una presentación propiamente dicha, el acto se ha acabado tornando en una suerte de conferencia. Así ha sido, al menos, durante los primeros compases. Para mayor gloria de muchos de los concurrentes, el recién nombrado presidente de la agrupación, Juan María de Jesús y Villegas, se ha enfundado el mono de orador para disertar sobre la historia de nuestra salada tierra.

Por descontado, el nombre del célebre Desnarigado (el del castillo, no el del pirata) no ha tardado en hacer acto de presencia en el discurso de Villegas. "La idea, en su momento, era hacer un museo para todos", explicaba el teniente coronel del Ejército de Tierra. "Se tardó en restaurar por completo algo más de un año y medio", incidía.

Narraciones e historietas aparte, cabe reseñar que el más inmediato de los objetivos de la institución pasa por "engrandecer y apoyar nuestros museos" (los militares, claro). El vehículo para lograr tan noble pretensión lo formarán "acciones cívicas y concursos". Ambos elementos constituirán, en suma, el principal caballo de batalla de nuestros nuevos 'Amigos del Museo Histórico Militar' para tratar de suscitar entre la ciudadanía caballa una desacomplejada curiosidad por lo castrense.

Como cabía esperar, la Comandancia General no se ha mantenido, ni muchísimo menos, al margen de tan singular acontecimiento. El segundo de a bordo de organismo que encabeza Marcos Llago, Fernando Rocha, ha asegurado -en nombre de la propia Comandancia- que "es un orgullo que haya personas dispuestas a apoyar y preservar el patrimonio militar de Ceuta". "Es una iniciativa que va a venir muy bien a la ciudad", argumentaba el general de brigada.

El suceso tampoco ha sido indiferente para los mandos nacionales de nuestras Fuerzas Armadas. El anteriormente aludido Ruiz Benítez, actual director del Instituto de Historia y Cultura Militar, se ha dejado ver por la ciudad autónoma para presenciar in situ la materialización de lo que ha descrito como "una idea un tanto peregrina que se ha transformado en una magnífica realidad". "Hablamos de más de 500 años de historia; no es poca cosa", defendía.

Los esfuerzos de la ya constituida organización irán a parar al propio Desnarigado. La exclusividad, no en balde, no durará mucho en el tiempo. La asociación también prestará especial atención al museo que, previsiblemente, encontrará acomodo en la que, en su momento, fue la base operacional del antiguo Cuerpo de Intendencia, ubicada esta junto a la imperdible Rampa de Abastos.

Pese a que el horizonte sigue siendo algo difuso en lo tocante a la apertura y posterior inauguración del recinto, todo parece indicar que su estreno podría llegar más pronto que tarde. De momento, la pelota sigue en el tejado de la Ciudad y el Ministerio de Fomento, por lo que solo cabe esperar y seguir esperando.