Hay en su rostro -arruga, pelo cano y expresiones- un punto de Kirk Douglas. Su fotografía sitúa en el oeste americano, quizá en un anuncio de Marlboro y muestra, entre blancos, negros y matices grises -tonos en los que dice ver- la belleza del caballo en el sur de España. En concreto, en Doñana, donde lleva acudiendo cada San Pedro desde hace doce años para captar a los equinos en su transcurrir desde el coto hasta el pueblo de Almonte. Juan Durán es, el hombre que fotografiaba a los caballos.

En la tarde de este viernes su exposición 'Crines de Solana' se estrenó en Ceuta -nunca antes se había visto, ni en su localidad natal, Jerez- con 43 impactantes instantáneas, escogidas de la selección final de doscientas que realizó el autor: "Aquí no había sitio para más me dijo el director de la Biblioteca (Adolfo Suárez)", en la que se ubica la muestra.

De una conversación con él (José Antonio Alarcón) surgió la opción de trasladar su obra durante un tiempo a la ciudad autónoma, dando la posibilidad al visitante de entender el sentido de la tradición equina andaluza y también de maravillarse con las escenas de los animales, sus jinetes y el entorno, "cargado de polvo y agua". 

Cuenta Durán que el momento que más le interesa fotográficamente es precisamente el transitar, "el camino desde el coto de Doñana, pasando por la ermita y parando en el descansadero, hasta alcanzar Almonte". Llega lleno de polvo, pero maravillado por la nobleza de los animales: "Si viene un grupo de ellos hacia ti y te quedas quieto, ellos se abren. Es algo que lo dice todo".

Una vez arribados a la localidad onubense, les cortan las crines, les ponen un chip y separan a los potros: "Por eso se llama 'la saca las yegüas'".

Entonces, Durán empieza a contar el tiempo que falta para regresar. Para seguir ampliando su colección a través de su mirada de "negros, blancos y matices de gris". Lleva ahora "doce años" volviendo, siempre fresco y atento.

Teme, eso sí, vista la sequía, que las escenas cambien. "Que no se pueda hacer fotos parecidas al anuncio de Marlboro porque no haya agua". Llama, pues, a cuidar el entorno, una maravilla de las entrañas de la Tierra que le ha dado mucho como fotógrafo y que ahora pueden disfrutar, por primera vez, los vecinos de Ceuta.