Son las siete de la tarde del primer sábado de junio. El sol todavía aprieta sobre la plaza de los Reyes. La Feria del Libro 2022 de Ceuta encara sus últimas páginas hora tras siete días de actividad. Es la hora de empezar a recoger los bártulos, un fatigoso trabajo comparable a una mudanza. Es el momento perfecto para hacer balance de una cita con los libros que recuperaba su sitio en la calle tras dos años de pandemia. 

Atrás queda una semana de cuentacuentos, talleres, actuaciones, recitales de poesía y firmas de libros, una humilde programación que ha servido para dar contenido a una feria del libro mermada, en la que por vez primera ha faltado Totem, la única 100% librería de la ciudad y en la que solo otras dos librerías-papelerías —Sol y Krispi— han montado stand, doble en ambos casos, con dos casetas cada una. Una centrada en las novedades literarias y la otra dominada por los cómics, una presencia cada vez más abundante en la feria del libro ceutí. Presencia literaria a la que hay que sumar el puesto de la Editorial Avant, que ha copado además la programación de presentaciones literarias: 10 de las 18 eran de autores de su catálogo. Los otros tres puestos que como cada año completan la feria del libro tienen un marcado carácter religioso, con los habituales facsímiles de la Biblia y el Corán. 

Una mínima oferta literaria que se compensa a duras penas con el entusiasmo de los libreros y la respuesta del público que este año ha llenado la plaza de los Reyes, con una notable presencia juvenil y un aumento de las ventas. Aunque es difícil comparar cuando hace ya más de dos años del último encuentro entre libreros y lectores, advierten los consultados. “Después de dos años se ha notado que el público tenía ganas de retomar su bendita rutina”, resume Minu Sunderdras, de la librería Krispi con un hermoso símil poético. “El estar en la calle y que el libro esté al alcance de todos, es un momento en el que la librería vive al cliente más de cerca, lo necesitábamos todos”. Un reencuentro con esas tradiciones, esas “benditas rutinas” que marcaban el paso de las estaciones, “todo eso que añorábamos tanto, que hemos estado muy limitados”. Y en ese calendario tiene un papel muy especial la Feria del Libro y s era notado que había ganas. Pero los peores capítulos quedaron atrás, es hora de leer hacia el futuro. Y el futuro son los jóvenes, señala la librera.

Los jóvenes, en especial el público infantil, ha sido el principal motor de ventas, apunta Sunderdass. “Los niños mueven muchísimo — si el niño se compra dos cuentos los padres aprovechan y se compran algo también, apunta— y los adolescentes con el tema del confinamiento se han enganchado mucho a la lectura, reconocen que leían mucho en tablet y en formato digital, pero ahora quieren el papel, se lo leen en tablet y luego viene a por el papel. Y también los escritores están escribiendo mucho más para los jóvenes, Hay trilogías, cuatrilogías… Los jóvenes se enganchan a esas sagas”, explica Minu Sondeadas mostrando una de las que causan furor entre los adolescentes lectores —sobre todo lectoras—  : La Saga Crave de Tracy Wolff (Anhelo, Furia, Ansia y Fulgor). Tochos de a 800 páginas por volumen  con vampiros adolescentes (¿les suena?) que tienen enganchados a millones de jóvenes en todo el mundo.

Pero, como sucede entre el público adulto, quienes tiran del carro de la industria cultural, quienes van al teatro, a recitales, a conferencias, y se gastan el dinero en librerías, son las mujeres. “La novela para los adolescentes está funcionando muy bien, sobre todo la novela romántica. Por ejemplo ‘El mapa de los anhelos’, se nos ha agotado. Pero leen muchísimo más ellas, los chicos leen más manga, aunque las chicas también leen cómic”. 

La 'Trilogía Fuego’, de Joana Marcus; ‘Todas esas cosas que te diré mañana’ de Elisa Benavent, son algunos de esos bestsellers para jóvenes en los que también triunfan títulos con carga erótica, como la trilogía  ‘Lascivia’ y los “pecados placenteros’ de Eva Muñoz, explica Luis Fernando Domínguez, de la librería Sol que, al igual que Krispi, ocupa dos casetas. Una dedicada a las novedades literarias, la otra a los cómics, y no solo ‘manga’, lo que más piden los jóvenes, sino también viejos clásicos de Marvel y DC en primorosos tomos de coleccionista. Porque el cómic no es solo para jóvenes, quienes crecieron con Batman y otros héroes en leotardos siguen siendo fieles cuando ya peinan canas y muchos contagian su pasión a sus hijos, que a su vez han crecido viéndolos en el cine.

El cómic ha sido sin duda uno de los protagonistas indiscutibles de la edición 2022. El desembarco de los tebeos ha inundado la Feria del Libro. Especialmente el manga, que ha atraído como moscas a la miel a los ‘otakus’, los fans de los cómics japoneses, un subgénero que esconde todo un universo en se interior. Estos pequeños cómics, que se leen de atrás hacia delante, alfombraban el mostrador de dos de las casetas de este año, la dedicada al tebeo de Sol y la de Krispi, que despliega un enorme surtido de este género, para delicia de los fans ceutíes, que hasta hace nada no tenían donde hacer acopio en la ciudad.

Para Ezequiel Teodoro, de la editorial ‘Avant’, el balance de esta Feria del Libro 2022 es inmejorable: ha triplicado las ventas respecto a 2022, un éxito más que notable para una pequeña editorial especializada en jóvenes autores y escritores locales. Un éxito cimentado con mucho trabajo previo. Avant no solo ha triplicado las ventas, es que en estos años ha cuadruplicado también su oferta, pasando del medio centenar de títulos que tenía en 2019 a los más de 200 que engrosan ahora su catálogo. “En mi caso es más difícil. Partía de menos facturación, pero aún así es más difícil triplicar ventas porque yo me dedico solo a mis autores, el resto de libreros tienen todos los títulos de moda y yo no, o vendo esto o no vendo nada. Pero la gente se está fijando cada vez más en autores desconocidos. Lo normal en la Feria es vender autores de Ceuta pero también hemos vendido otros autores”.

Entre esos libros que han despuntado está sin duda ‘Mujeres de Hojalata’, un novela histórica que recorre el siglo XX a través de las mujeres de una misma familia, desde la Guerra de Cuba hasta ahora. En el caso de los autores ceutíes triunfan los cuentos, especialmente los arraigados en Ceuta. En este capítulo despuntan los cuentos ilustrados de Tamara García Castro o la historia de la ciudad en cómic.

Un balance positivo y optimista que comparte el presidente de la asociación de libreros de Ceuta, Dayal Badanmal que pone un “bien alto” a la cita con los lectores ceutíes. La misma nota que pone Ezequiel Teodoro, Minu Sunderdras o Luis Fernando Domínguez. Por aportar ideas, Teodoro sí propone centralizar más los eventos en la propia feria, buscar espacios para traer las presentaciones de los libros a la plaza de los Reyes y atraer así a más público que ahora se disgrega en el otro escenario de la feria, la biblioteca.

Y una crítica que sobrevuela desde hace ya algunos años. Es momento de buscar una nueva fecha, la coincidencia con la potente Feria del Libro de Madrid complica la programación y resta lustre a los autores disponibles para venir a la ciudad. Eso y quizá buscar una sombra para la Feria, aplanada por el calor de junio, lo que aleja al público de la plaza de los Reyes hasta que no afloja el sol.