La Guía Repsol volvió a dejar a oscuras a la gastronomía ceutí en la gala de entrega de los soles 2024 celebrada en la tarde-noche de este lunes. Ningún restaurante de la ciudad autónoma consiguió obtener alguno de los máximos reconocimientos de la petrolera española, viendo únicamente como El Refectorio y Oasis mantenían sus etiquetas de recomendado.

Las opciones eran escasas visto el panorama de la localidad, huérfano de restaurantes gastronómicos y con escasos guiños a la alta cocina. Al menos en lo que se refiere a la obtención de soles, donde quizá el propio Refectorio podía haber subido de categoría. Sobre todo teniendo en cuenta que los criterios de Repsol son algo más laxos que los de Michelín y estableciendo una comparación con otros reconocidos por la guía, que no distan tanto del nivel del mesón de Rafa Carrasco.

También cabía la posibilidad de que Goichu, de Hugo Ruíz, recomendado por los inspectores de la publicación francesa diese el salto al sol o al menos a la pegatina de lugar destacable, como los otros dos locales ceutíes que sí están en ese club. No sucedió.

Tampoco tuvo suerte Grand-Cru, uno de los restaurantes más destacados de la ciudad y que más podrían encajar en la lista, especialmente si se mide con algunos de los premiados en la Comunidad de Madrid o el País Vasco. Como mínimo podría haberse llevado la etiqueta de recomendado.

Otros espacios a tener en cuenta como Ítaca o Luz y Brasa, Mesón Alberto o Aire, los dos últimos quizá con más encaje en la categoría de los soletes, no tuvieron tampoco opción en la gala celebrada en Cartagena.

La noche fue sobre todo de la Comunidad de Madrid y el País Vasco. La primera obtuvo dos soles para Osa -una propuesta cárnica a base de embutidos originales, casquería y caza, pero también pescados madurados-, el segundo de Ugo Chan -contemporánea fusión japomadrileña- o la primera para Chispa Bistró u Omeraki (de Alberto Chicote), entre otros. En la región más norteña destaca el segundo de Casa Julián, la parrilla española por excelencia y el estreno de Txispa, vecino de Etxebarri en Atxondo, fruto precisamente de un discípulo de Bittor Arginzoniz.

Pero sin duda, la gran triunfadora de la gala fue la chef valenciana Begoña Rodrigo, con el máximo premio, el tercer sol para La Salita, una muy bien engranada combinación de la huerta de la terreta y los sabores marinos.