Ni el alumbrado ni los coros callejeros. Ni siquiera los polvorones. La Navidad llega oficialmente a la ciudad una vez queda inaugurado el Belén del Palacio Autonómico. Y eso es exactamente lo que ha sucedido en la tarde-noche de este ventoso y frío martes.

Como cada año, el hall del consistorio ha sido testigo directo del primer encendido de las luces que envuelven los pesebres y las siempre cuidadas efigies de porcelana. Miembros del Gobierno y la oposición -con Juan Vivas a la cabeza- se han desplazado hasta el lugar para presenciar in situ tan singular acontecimiento. Un buen puñado de transeúntes han decidido secundar la visita.

En esta ocasión, el montaje y la distribución han corrido a cargo del célebre belenista Miguel Ángel Valdayo. Las figuras, por su parte, son obra del escultor Abel Ruiz. La composición cuenta con unas dimensiones de seis metros de ancho por tres de profundidad. La misma ya ha sido expuesta anteriormente en ciudades como Madrid y Sevilla.

Tras la 'ojeada' de rigor, el vicario de la ciudad, Francisco Jesús Fernández, ha rociado la obra con agua bendita y ha pedido a Dios por todo el pueblo caballa para "celebrar la Navidad con alegría".

El Coro de la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío ha amenizado el encuentro haciendo aquello que mejor se le da: cantar. Con su presidente, Edu Ayala, a la guitarra, varios integrantes de la agrupación han interpretado conocidos villancicos como 'Tiene María', 'Cuentan los tiempos' y 'Tanguillos'.

Así pues, desde hoy mismo, cualquier ceutí de a pie que desee contemplar las escenas bíblicas representadas en este nuevo Belén puede hacerlo sin más esfuerzo que personándose en el Ayuntamiento.