Ya ha pasado en al menos dos casos y es la propia Endesa la que cifra en más de 500 clientes en la ciudad los que puedan estar en la misma situación que llevó a dos personas a encontrarse sin luz en su casa por un corte de manos de la empresa comercializadora, la Empresa del Alumbrado Eléctrico de Ceuta Energía, por impago, aunque nadie les haya avisado y aunque ellos ni fueran conscientes de su situación, algo que aunque matiza Endesa choca con la realidad.
Lo primero que le conviene saber es que si ha echado de menos el cargo en su domiciliación bancaria de la factura eléctrica en los últimos meses usted, su casa, puede ser una de ese medio millar que podrían encontrarse sin suministro eléctrico en un instante cualquiera. Conviene revisar los cargos en el banco y si en los últimos meses no hay cobro, ponerse en contacto con la empresa.
En al menos dos casos a los que ha tenido acceso esta redacción las cosas han sido así. Mariano Zugasti (nombre ficticio) llega a casa después de trabajar ya entrada la noche, le da al interruptor y no se enciende nada. Descubre que está sin luz, revisa los plomos y están en su sitio. Llama a un electricista que es el primero que le pone en la pista y le advierte que se están dando casos en los que no hay avería, es la empresa la que ha cortado la luz por impago. Comprueba en la oficina virtual y descubre con asombro que es exactamente eso lo que ha pasado.
Ni una carta ni a él ni a sus caseros le había avisado del impago y de la posibilidad de cortarle la luz. Nada de nada. La primera noticia de que no había pagado la luz fue quedarse sin ella.
En los bancos refrendan que el goteo de personas con este problema es constante. Y por ahí van los tiros que ha confirmado Endesa tras ser consultada por estos incidentes.
Todo el embrollo comenzó en junio con el cambio de denominación de la empresa comercializadora. Hoy por hoy en Ceuta la luz es entera de Endesa, pero el proceso desde el que se produce la corriente eléctrica y llega a sus enchufes sigue dividido en tres partes. Por un lado está la planta generadora, Endesa Generación, por otro la distribuidora, la Empresa del Alumbrado de toda la vida, que adquirió hace ya algunos años Endesa, pero mantuvo el nombre. Por otro, la comercializadora, que en realidad es notoriamente parte separada desde el pasado junio.
Es entonces cuando por los procesos internos de Endesa hay cambios que pueden acabar con el corte de luz sin que el usuario haya hecho nada. Absolutamente nada. Y ni sea consciente.
En ese momento, la comercializadora se da cuenta que “más de 700 clientes tienen la cuenta desactualizada en nuestro sistema”. Matiz importante: es la empresa la que aplica un cambio. Esos más de 700 clientes venían pagando de forma domiciliada su luz religiosamente hasta junio sin pega alguna. Como era el caso de Mariano Zugasti, antes referido, y el de tantos otros que han pasado por las entidades financieras ya para arreglar el asunto.
Según Endesa, lo que sucedía es que antes aunque se seguía remitiendo al banco el cobro a cuentas desactualizadas, pero el propio banco redireccionaba el pago a cuentas de clientes que sí estaban activas y actualizadas, por algún cambi, -según Endesa- las entidades financieras ya no pueden hacer eso y surge el problema. Lo cierto es que en el otro caso que ha confirmado esta redacción es difícil de creer porque la cuenta a la que se intentó cargar correspondía a un cónyuge de una pareja divorciada que ya ni está en Ceuta, y no pagaba la luz, la pagaba la otra parte de la pareja. Difícil pensar que el cargo lo remitían a Pepe y el banco aplicando una inteligencia que ya quisiera chat GPT acababa haciendo el cargo a Lola.
Como sea, según Endesa se ha ido enviando cartas a esos clientes para pedirles que actualicen sus datos para el cobro domiciliado de las facturas. De esos más de 700, “más de 200 sí realizaron la actualización de datos”, por tanto otros aproximadamente 500, siguen impagando mes a mes, aunque lo más probable es que no sean ni conscientes.
A Mariano Zugasti y a tantos otros que refieren desde las entidades financieras no les ha llegado carta alguna.
A mayores, Endesa asegura que antes de cortar la luz, desde el 3 de octubre está remitiendo a los clientes cartas certificadas para informar de la situación de impago. A Mariano Zugasti no le ha llegado aviso alguno de carta certificada.
En esas cartas, Endesa, en este caso su comercializadora en Ceuta (la Empresa del Alumbrado Eléctrico de Ceuta Energía) asegura que ofrece además facilidades para el pago por si las facturas acumuladas suman ya una cantidad importante.
Y dada la situación, la empresa asegura que “todos los cortes de luz se han paralizado”, pero reconoce que a lo mejor “algún caso se escapa”. Pero avisa, que es el cliente el que tiene que actualizar la información para el pago, porque de lo contrario, antes o después acabará llegando el inevitable corte de luz. Esa paralización de cortes de luz refieren desde la empresa se alargará “durante días”, con lo que parece que tampoco van a tener demasiada paciencia, dadas las circunstancias.
A Mariano Zugasti le cortaron la luz, pero no perdió el sentido del humor, tiró de todos los artefactos que había acumulado durante años para su kit de supervivencia y hace bromas que son irreproducibles para no provocar otro conflicto diplomático.
Así que lo dicho, si ha echado de menos pagar la luz en los últimos meses, conviene que revise a fondo si le han cargado o no la factura en el banco y si no encuentra el cargo, es más que probable que sea uno de esos aproximadamente más de 500 clientes de la empresa que se podrían encontrar en esa situación y sobre su cabeza penda un corte de suministro eléctrico inminente aunque tal vez la comunicación haya fallado.
El engorro además puede llevar otras consecuencias más tediosas. Por ejemplo, en el caso de un inquilino que paga a través del banco la factura, pero el contrato sigue a nombre del casero, necesitará que el casero rellene documentación autorizándole a pagar. Y eso vale para cualquier otra circunstancia en la que el nombre que figura en el contrato no coincida con el del titular de la cuenta en la que se quiere domiciliar el cargo de la factura.
