El día 3 de mayo, Día del Funcionario, será festivo en el Ayuntamiento a todos los efectos y las oficinas, salvo el Registro General, permanecerán cerradas durante todo ese martes, un día laborable como otro cualquiera para todo aquel que no es empleado público de la Ciudad. Justo lo contrario de lo que pretendía la Ciudad que había anunciado ya que ese día las dependencias municipales permanecerían abiertas y se daría a los funcionarios la opción de recuperar el festivo otro día cualquiera. Un repentino cambio de opinión del que la Consejería de Economía, Hacienda y Administración Pública, que tiene atribuidas las competencias en materia de Recursos Humanos, culpa directamente a los sindicatos. La titular del área, Susana Román, ha anunciado el repentino cambio de opinión tras un encuentro con representantes de las tres centrales sindicales con representación en la Ciudad, UGT, CCOO y CSIF.

“La postura de los sindicatos con representación en la Ciudad no deja otra salida que la de cerrar las dependencias públicas el 3 de mayo (sí abrirá el Registro General) con motivo del Día del Funcionario, sin dejar a estos, a los funcionarios, la opción de elegir cuándo disfrutar de esa jornada”, explica la Consejería en una nota de prensa en la que sale al paso de los comunicados de Comisiones Obreras y, especialmente, CSIF que esta mañana ya adelantaban que el día 3 sería festivo “a todos los efectos”.

El Gobierno explica que “como en los dos años anteriores”, las oficinas públicas y demás dependencias de la Administración se mantendrían abiertas el 3 de mayo y “se compensaría al personal que realiza su jornada laboral de lunes a viernes con un día adicional de libre disposición que podría disfrutar a partir del 4 de mayo y hasta el 31 de enero del siguiente ejercicio, compensando al resto del personal como los dos años anteriores sin que esto suscitara fricción alguna”. Un acuerdo que, para la Ciudad, no suponía un perjuicio ni para el ciudadano ni para el funcionario pero que los sindicatos, alega la Consejería en el comunicado, exigía que la compensación fuera “no de un día sino de tres, como si se tratara de un festivo y no de un día no laborable que, por el acuerdo regulador (esta norma afecta a la administración pública del ámbito de la Ciudad Autónoma) se disfruta como festivo”.

Por su parte, CSIF explicaba esta mañana que “no iban a permitir que un día festivo se compense con un día de asuntos propios ya que, estaría modificándose las condiciones laborales que marca el Acuerdo Regulador”.

Ante la “disparidad de interpretaciones” ante una medida “beneficiosa, ya no solo para el ciudadano, sino también para los propios funcionarios”, la consejera ha optado por romper la baraja: “Puesto que no lo han entendido así los representantes sindicales, que exigen la aplicación del acuerdo regulador en su sentido literal, lo que se hará es lo que se venía haciendo con anterioridad al acuerdo aplicado en 2014 y 2015, por el que el personal de esta administración, a cambio de trabajar el 3 de mayo, disfrutaba de un día de libre disposición a elegir, y las oficinas públicas permanecían abiertas”. O dicho de otra forma: “La postura de los sindicatos con representación en la Ciudad no deja otra salida que la de cerrar las dependencias públicas el 3 de mayo”.

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