Durante los últimos años Urbaser habría incumplido una serie de compromisos recogidos en su contrato, como el soterramiento de contenedores en el centro, la recogida de basuras, la renovación de la maquinaria o la limpieza de los polígonos. Incumplimientos que según el sindicato se producen con la "connivencia" del Gobierno local, que ha pagado el servicio sabiendo que no se cumplía según el contrato.
Un "incumplimiento sistemático" que para CCOO supone un "enriquecimiento ilícito" de la compañía, y que sólo puede explicarse por "oscuras motivaciones que nacen en el desastroso gobierno de GIL". Un comportamiento que el sindicato relaciona con las actuaciones "de infausta memoria" del que fuera consejera de Medio Ambiente y primer vicepresidente de la era Vivas, Jesús Simarro, el "tránsfuga que permitió que el PP obtuviera la Presidencia de la Ciudad".