SALUD LABORAL

CCOO quiere forzar que todos los convenios contemplen planes de prevención con transversalidad femenina

CCOO quiere forzar que todos los convenios contemplen planes de prevención con transversalidad femenina
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Carolina Vidal en la Biblioteca este miércoles.

Las mujeres viven más. Es un hecho estadístico irrefutable, su esperanza de vida es varios años superior a la de los hombres. Pero, según la secretaria general de la Confederación de la Secretaría de la Mujer, Igualdad y Condiciones de Trabajo de Comisiones Obreras, Carolina Vidal, viven “más, pero con salud peor”. Y eso se debe en parte a que las políticas de prevención de riesgos generales, e incluso las de salud pública, no contemplan como es debido los riesgos específicos a los que se enfrentan las mujeres y por tanto no los previenen, según su relato. Por eso, Comisiones Obreras va a impulsar cambios en la legislación laboral para forzar que todos los convenios colectivos contemplen la elaboración de Planes de Prevención de Riesgos con un componente que atienda de forma específica a los riesgos de las mujeres.

Vidal ha explicado esto durante su participación en las jornadas específicas que ha organizado el sindicato en Ceuta. “Las mujeres tenemos algunos riesgos que nos son propios, riesgos específicos que tienen que ver con el acoso en el puesto de trabajo, con el acoso sexual, por tanto por razón de sexo”, ha explicado, pero no sólo. La ergonomía, los riesgos químicos o psicosociales están ahí azotando más a las mujeres que a los hombres.

Por ejemplo en las cadenas de producción algunos elementos se encuentran a una altura inadecuada para las mujeres, lo que acaba provocando lesiones (riesgos ergonómicos); durante la lactancia o el embarazo trabajar con derivados del petróleo puede ser letal para ellas por los disruptores endocrinos y cómo les afectan, conclusión: cáncer. O algunos de los pluses que se vinculan a objetivos en determinados sectores son imposibles de alcanzar para las mujeres por el esfuerzo físico que requieren.

De ahí su intención de meter en los convenios la obligatoriedad de contemplar esos riesgos específicos, bien mediante la prevención pura y dura, alturas adecuadas, bien por los económicos adaptando los objetivos para los pluses o bien cambiando puestos de trabajo. “Que en cada uno de los sectores productivos seamos capaces de entender que hay riesgos distintos para las mujeres, no sólo en puestos de trabajo determinados, sino por el tipo de puestos de trabajo que solemos ocupar, para hacer una prevención concreta que tiene que ver con los accidentes y con la infradiagnosticación de las enfermedades profesionales”.

Luego están los riesgos psicosociales, la doble carga de trabajo. Las mujeres se quejan menos de algunas dolencias que asumen como su responsabilidad y acuden mucho menos que los hombres a los servicios de medicina especializada, pero mucho más a los de Primaria. Su detección de problemas coronarios suele acarrear mayor gravedad que en los hombres. Porque con carácter general tampoco la salud pública y sus políticas las contemplan. En artículos en prensa europea se apunta que se ha salido de la pandemia sobre la salud de las mujeres, tal y como ha apuntado Vidal. El presentismo excesivo pudo compensarse con el teletrabajo por la pandemia, pero no la doble carga que provocan en las mujeres trabajar y asumir ese otro trabajo silencioso de los cuidados familiares. En ellas se ha disparado desde la pandemia el uso de ansiolíticos y antidepresivos, otro dato que sirve a Vidal para argumentar la necesidad de forzar una mayor sensibilidad hacia los riesgos específicos que sufren las mujeres sobre su salud.

CCOO quiere forzar que todos los convenios contemplen planes de prevención con transversalidad femenina


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