La Confederación de Empresarios ha celebrado este frío 14 de diciembre la que -dicen- ha sido "la última reunión de la Junta Directiva de 2023". El encuentro ha servido para "informar sobre la gestión de la Presidencia a lo largo del último año" y para "exponer la memoria de actividades".

Al margen de resúmenes y daciones de cuenta, la asamblea tenía por objetivo "consensuar una postura clara e inequívoca sobre una de las principales amenazas que sufre el sector empresarial": la modificación del régimen de bonificaciones a la Seguridad Social. Desde la organización que encabeza Arantxa Campos, tienen claro que la medida "constituye una derogación de facto y un ataque frontal a nuestro sistema económico y fiscal especial".

Para Campos y los suyos, "el nuevo sistema no solo afecta negativamente a los empresarios, sino, también, a los trabajadores". Para más inri, la nueva reglamentación "supone -sostienen- una discriminación hacia los empleadores que se quieren incorporar a nuestro sistema productivo y un desincentivación a las posibles inversiones en nuestra ciudad".

La CECE considera que el escenario actual "también afecta al sector público en la medida en la que se incrementan los costes de las licitaciones con empresas privadas" y que, además, "va en contraposición directa con lo defendido por el Plan Estratégico".

Tras la reunión, la Confederación ha renovado su "compromiso con la búsqueda de una solución" para lo que ha descrito como una "modificación lesiva hacia la actividad económica de Ceuta", acordando "redoblar los esfuerzos de cara a 2024 para visibilizar la situación ante el Gobierno central".