Los gobiernos de Ceuta y Melilla han puesto este jueves en común sus respectivas conclusiones tras la celebración de las jornadas ‘Más España, Más Europa’. Un encuentro que se ha realizado  por videoconferencia entre los consejeros de Sanidad y Gobernación, Alberto Gaitán y la consejera de Hacienda, Empleo y Comercio del Ejecutivo melillense, Dunia Almansouri y en el que ha participado la consejera de Presidencia, Mabel Deu.

Conclusiones que no son del todo unánimes, aunque ambos gobiernos autónomos sí coinciden en tres aspectos: Las dos ciudades quieren ser frontera de la Unión Europea y que ésta asuma que la inmigración es un problema europeo; que es necesario recuperar la buena relación de vecindad con Marruecos para fomentar un zona de prosperidad compartida; y, por último  , ambas ciudades irán de la mano para ocupar una de las vacantes que ha dejado el Reino Unido en el Comité de las Regiones. 

Las conclusiones de Ceuta al término de las jornadas ‘Más España, Más Europa’, basculan en cuatro ejes: frontera, unión aduanera, estatus especial en la UE y buena vecindad con Marruecos.

Revisión de la excepción Schengen

Gaitán expuso la que para Ceuta es ya una decisión firme: revisar la excepción Schengen por la que los vecinos de Tetuán y Nador tiene paso libre en Ceuta y Melilla, “para hacer compatible de untado un control exhaustivo y riguroso de quienes cruzan como mantener unas relaciones fluidas en el espacio fronterizo”.

Para ello, Ceuta aboga porque las dos ciudades autónomas tengan “consideración de zona fronteriza europea en su totalidad". "Para el Gobierno de Ceuta, la necesidad de revisión del tránsito fronterizo, con la finalidad de hacer compatibles tanto un control exhaustivo en el paso de personas con el mantenimiento de unas relaciones fluidas en el espacio transfronterizo. Igualmente, se considera pertinente estudiar la posibilidad de que las dos ciudades sean consideradas zona fronteriza europea, permitiendo el retorno automático de todos los ciudadanos no comunitarios en situación irregular y, en el ámbito de la inmigración, definir una política común en materia de inmigración que establezca los parámetros básicos en el tratamiento de la misma y que contemple las especificidades de Ceuta y Melilla. 

Unión aduanera sí, pero…

El Gobierno de Ceuta, dentro de su programa ‘Más España, más Europa’ mantiene su apuesta por la integración en la Unión Aduanera con un pero “muy importante: “pero siempre que quede garantizada la vigencia del Régimen Económico y Fiscal Especial y en esa linea actualizar y perfeccionar ese REF al objeto de adecuarlo a los requerimientos de sectores con potencial de crecimiento”

Más presencia europea

La consideración de Ceuta como parte de la unión aduanera y por tanto frontera europea debe venir acompañada, cree el Gobierno, por una mayor presencia de las instituciones europeas en las ciudades autónomas y pone sobre la mesa algunas ideas: “un observatorio europeo de la inmigración, fue centro de formación de agentes Frontex o un centro de interpretación de la convivencia multicultural”. Un deseo de mayor presencia europea en las ciudades autónomas, que comparte Melilla, que apunta la posibilidad de que las dos ciudades sirvan a la UE de “Laboratorio de inmigración”. 

Y, al igual que piden más presencia de Europa en Ceuta, ambas ciudades quieren tener más presencia en Europa con su integración en el Comité de las Regiones, y, aunque lo ven complicado, Ceuta sí aboga por un “estatus especial” similar al de las regiones ultraperiféricas. Igualmente, se considera necesario definir un nuevo estatus en la Unión Europea que, sin alcanzar la denominación de región ultraperiférica, contemple las especificidades de Ceuta y Melilla como fronteras exteriores de Europa en el continente africano. Además, de ello, solicitar una mayor presencia de las instituciones comunitarias, con organismos del rango de un observatorio europeo para la migración o un centro europeo de formación y especialización de agentes FRONTEX, por ejemplo. De igual modo se considera interesante contar con representación propia en el Comité de las Regiones, aprovechando en su caso las vacantes ocasionadas tras la salida del Reino Unido.

Buena vecindad

Todo ello siempre, coinciden Ceuta y Melilla, en un marco de concordia con Marruecos, con quien urge definir un acuerdo de buena vecindad, consideraba Alberto Gaitán, “como sendas zonas de prosperidad compartida que agilice el tránsito fronterizo por razones sociales, culturales, turísticas, laborales, educativas y por supuesto económicas”.