La titular de Hacienda, Transición Económica y Transformación Digital del Gobierno de la Ciudad, Kissy Chandiramani, ha expresado el duro parecer del Gobierno de la Ciudad con lo aprobado este martes por el Consejo de Ministros respeto a las bonificaciones de las cuotas de la Seguridad Social. La rectificación a medias del Real Decreto 1/2023 que acaba de facto con el régimen de bonificación de las cuotas a la Seguridad Social al 50 por ciento del que han venido disfrutando durante 2 décadas las empresas y los trabajadores de la ciudad y que supone el fin de ese estatus.

Chandiramani se ha puesto en línea con lo expresado por la Confederación de Empresarios y la Cámara de Comercio de forma pública y ha anunciado que la próxima semana reunirá a la Mesa de Diálogo Social en la que también están los sindicatos mayoritarios CCOO y UGT. Ambos han declinado pronunciarse hasta que no pasen las elecciones para no interferir en el proceso electoral, lo que ya da una idea de que tampoco están contentos con la medida.

Los hechos claros es que, por omisión y sólo por omisión, todos los trabajadores contratados en la actualidad seguirán beneficiándose de una bonificación del 50 por ciento en las cuotas de la Seguridad Social y recibirán en su nómina un 8 por ciento sobre el Salario Base conectada a esa bonificación, pero para los nuevos contratos, sólo para los indefinidos, el sistema cambia de una bonificación automática a una subvención que cada empresa deberá pedir a año vencido con lo que supone de adelanto y merma en la tesorería y burocracia.

Para Chandiramani se trata de un “paso atrás” en el REF y “un incumplimiento” de lo que recogía el Plan Integral para Ceuta y Melilla, que tal y como ha recordado incluía en el primer borrador elevar directamente esas bonificaciones al 75 por ciento para en su versión definitiva hablar en abstracto y sin concretar de una mejora, que unánimemente parece que no llegará y se va en sentido contrario. “Esto es todo lo contrario”, ha llegado a afirmar Chandiramani.

“Antes teníamos un sistema de bonificación que ahora cambia a ayudas. Se debilita el incentivo a empresas ya instaladas y a las que pudieran venir”, ha explicado Chandiramani. La titular de Hacienda y que en sus remozadas competencias tiene asignada la labor específica de seguir atrayendo empresas e inversiones a la ciudad, aún así no ha dudado en afirmar que seguirán “vendiendo” a las empresas que el REF es estable porque está convencida que esta situación se revertirá, aunque no ha mostrado de forma rotunda que la cúpula nacional del PP esté por la labor con al misma contundencia que lo está la local: “Lo vamos a seguir solicitando gobierne quien gobierne a partir del domingo” ha zanjado interpelada en concreto por el compromiso de su partido en Madrid con mantener el régimen de bonificaciones que cambiará a partir del 1 de septiembre, sin expresas un mayor compromiso.

Chandiramani en la misma línea que ya han expresado los empresarios, tanto Cámara como CECE, ha explicado lo que supone la modificación del REF. “Mayor carga burocrática” para las empresas, justo “en sentido contrario” a “dar facilidades”. Una medida que depende además de una consignación presupuestaria específica cada año, algo que no pasaba antes y que tiene además “un límite temporal”, 2026 hasta donde alcanza el Plan Integral.

Y que revierte un régimen de bonificaciones que había servido para generar empleo e inversiones y atraer empresas a la ciudad, en parte porque eres un pilar básico del Régimen Económico y Fiscal que servía a la Ciudad para vender una seguridad jurídica al respecto de las bonificaciones fiscales que se ha esfumado. “Es un paso atrás muy importante en el REF”, ha insistido Chandiramani.

Añadido a todo, esa lealtad institucional de la que había venido haciendo gala el propio Gobierno de la Ciudad, especialmente desde mayo de 2021 parece haberse esfumado, habida cuenta que la propia Chandiramani ha reconocido que ni en enero se consultó al Ejecutivo sobre la modificación sustancial que se introducía en ese Real Decreto ni ahora con la modificación a medias tampoco. El Ejecutivo parece haberse enterado por el BOE.

“Esto afecta directamente a la transformación económica que tratamos de consolidar y asentar”, ha llegado a decir Chandiramani, muy consciente del palo en sus ruedas que le ha puesto el Gobierno Central.