El Pleno de la Asamblea ha aprobado inicialmente una reforma fiscal que para cuando entre en vigor allá por marzo supondrá rebajas en la fiscalidad local que pagan las empresas y autónomos de Ceuta con carácter retroactivo desde el uno de enero de este año y en principio, al menos, para todo este año 2021. Una medida que busca apoyar al tejido económico y comercial de la ciudad en tiempos duros, muy duros, como se ha encargado de recordar el diputado socialista, José María Mas, durante su breve intervención para anunciar el voto positivo de su grupo a la propuesta del Gobierno, propuesta que ha salido adelante con el apoyo de todos los grupos menos del MDyC, que de momento se ha abstenido y ha anunciado alegaciones en el trámite hasta su aprobación definitiva. Y son alegaciones que buscarán precisamente acentuar las medidas para hacerlas de mayor alcance.

Lo aprobado supone bonificar o rebajar en un 20 por ciento las tasas de abastecimiento de agua, y el denominado recibo único (alcantarillado, basura, depuración de aguas residuales) pero para los negocios.

Además, no tendrán que pagar nada por la tasa de ocupación de la vía pública ni los hosteleros por sus terrazas ni los quioscos o cualquier otra actividad que ocupe la vía pública con fines lucrativos.

La medida tendrá vigor durante todo este año, pero la consejera de Economía y Hacienda, Kissy Chandiramani, se ha reservado la potestad de prorrogar la medida si la pandemia para cuando termine el año sigue haciendo estragos en la economía.

Además se han mofidicado tipos del IPSI de diversos productos, rebajándolos en muchos casos al tipo mínimo del 0,5 por ciento.

Ya gozaban de ese tipo mínimo los “bienes muebles corporales que se destinen a actividades sin ánimo de lucro de carácter docente o cultural o de índole benéfica”. También están en ese tipo mínimo “los vehículos destinados a ser utilizados como autotaxis o auto turismos especiales para el transporte de personas con discapacidad en silla de ruedas, bien directamente o previa su adaptación, así como los vehículos a motor que, previa adaptación o no, deban transportar habitualmente a personas con discapacidad en silla de ruedas o movilidad reducida, con independencia de quien sea el conductor de los mismos”.

Ya gozaban del tipo mínimo productos sanitarios como el alcohol o el oxígeno y ahora se le sumarán las mascarillas. Se mantienen en ese 0,5 por ciento también a las gafas y lentillas trabajadas ópticamente para corregir defectos en la visión.

En lo alimenticio al pescado y los crustáceos se le sumarán ahora los productos para celiacos siempre que cuenten con el certificado de la Federación de Asociaciones de Celiacos de España.

Se mantiene en el tipo del 5 por ciento a los vehículos eléctricos y a los bienes muebles corporales destinados a la producción eléctrica y se incluye a un tipo del 3 por ciento a los ciclomotores de menos de 50 centímetros cúbicos.

La propuesta ha salido adelante sin apenas debate, con la intención de acelerar todo lo posible su entrada en vigor. Tanto Caballas, como el PSOE y VOX han mostrado su apoyo al tejido económico y comercial sin apenas polemizar. MDyC que se ha abstenido sí ha lanzado alguna crítica.

Su portavoz  Fátima Hamed ha reprochado al Ejecutivo que “siempre terminan llegando tarde” y ha lamentado que la propuesta no llegara al Pleno con anterioridad. “La crisis está acentuada por la pandemia, pero no iniciada por la pandemia”, ha recordado Hamed. Desde el MDyC además ven insuficiente la rebaja fiscal.

“Es una rebaja mínima que apenas supondrá 380.000 euros para las arcas públicas. Estas migajas no son suficientes y debería ampliarse en sectores que están sufriendo mucho más la crisis o en función de las pérdidas de cada negocio. Tampoco comprendemos que sólo sea para actividades empresariales como si las familias no sufrieran la crisis”.