La consejera de Economía y Hacienda, Kissy Chandiramani, ha comparecido este miércoles para presentar los Presupuestos de la Ciudad para 2023. Un presupuesto consolidado de 377 millones de euros para el que el Gobierno ha contado con el apoyo de socialistas y diputados no adscritos “por responsabilidad y altura de miras”, ha enfatizado Chandiramani, que llevará a Pleno las cuentas de la Ciudad para 2023 la próxima semana, “para que antes del 31 de diciembre podamos tenerlos aprobados".

“Si el año pasado denominaba los Presupuse de la Ciudad como de resistencia, después de haber pasado los años 2020, los presupuestos de la pandemia, y 2021, marcado por la crisis migratoria —ha explicado Chandiramani—, este año voy denominar estos presupuestos como los de la responsabilidad. Y digo esto porque como todos sabemos el año que viene tendremos elecciones autonómicas y municipales y ese a ello hemos sido capaces de aunar esfuerzos y voluntades entre la mayoría de los actores económicos, sociales y políticos para tener un documento consensuado realista que haga que Ceuta pueda seguir avanzando en esta situación de crisis que hemos venido atravesando a lo largo de toda la legislatura”.

El presupuesto para el ejercicio 2023 alcanza una cifra en su consolidado de 377 millones de euros, un 3,5% menos que en 2023 (389 millones de euros) tras el fin de las transferencias del Estado por la pandemia y la crisis migratoria. Aunque, señala Chandiramani, un 15% más que en 2021.

Pero, pese a la crisis, el panorama macroeconómico de Ceuta ofrece signos para la esperanza. Pese la inflación galopante, la subida de los tipos de interés y la crisis energética, Ceuta crece a un 5,5%, muy cerca de los datos de la media nacional, gracias en parte, admite Chandiramani a la fuerte presencia del sector público (un 51% del PIB), lo que atempera la crisis. Además, la afiliación de la Seguridad Social está por encima de los datos de 2020 y el paro, aunque ha frenado su descenso desde agosto, registra una caída del 12% interanual. Así y todo, señala la responsable de Economía y Hacienda, los cálculos del Gobierno son “lo más conservadores posibles” ante la volatilidad del escenario macroeconómico. 

“Las líneas directrices prevén una previsión responsable para afrontar los compromisos de gasto adquiridos en ejercicios anteriores, una distribución eficiente de esos recursos supra su optimización, un compromiso en la mejorad el acallado de los servicios, priorizando las políticas de carácter social, el mantenimiento absoluto del empleo en la Ciudad de Ceuta y la solvencia y la sostenibilidad en la adopción de decisiones de gasto que comprometan recursos para los próximos ejercicios. Y, sobre todo, más este año teniendo en cuenta que 2023 es un año electoral y se decidirá cómo quedará la Asamblea el próximo año”, ha observado Chandiramani.

En cuanto los ingresos corrientes, se prevé un incremento del 4,49% en el apartado tributario, la compensación del IPSI por parte del Estado tendrá un incremento de casi 6 millones de euros y es destacable la aparición de los fondos R-Power, unos fondo que se pondrán en marcha en 2023 que tienen que ver con mayores ingresos desde la UE destinados al cambio climático y la transición energética para acelerar los cambios para reducir la dependencia del gas ruso. Los ingresos de capital observan también un crecimiento del 2,3%.

Chandiramani ha querido insistir en la importancia de la “altura de miras” y el “fair play” de PSOE y diputados no adscritos para respaldar al Gobierno en la aprobación del Presupuesto cuando las elecciones están a la vuelta de la esquina. Prorrogar las cuentas de 2022 habría supuesto un desastre para Ceuta, ha recalcado la consejera, obligando a renunciar a nuevas inversiones o a aparcar, por ejemplo, la subida salarial a los funcionarios y a olvidarse de subvenciones. “La responsabilidad nos ha podido a todos”.