Se llama José Cabello y tiene treinta y dos años. Decía que no confiaba, que jamás se habría imaginado -como todo buen español- que le fuese a tocar un sorteo. Lo sabemos todos: a veces, basta solo con pensarlo para que la suerte termine cayendo de nuestro lado. La diosa Fortuna y sus caprichos...

No es ni de aquí. "Soy de Los Palacios y Villafranca", revelaba él mismo ante la prensa. Su dicha fue venir a Ceuta hace ahora un mes y medio y depositar un ticket en una urna poco después de comprar un regalo de Reyes, dando así validez a aquello de 'el momento justo y el lugar adecuado'.

Su grado de sorpresa era tal que no ha terminado de creérselo hasta que lo ha visto, por fin, materializado. A pesar de la incredulidad inicial y de las reticencias, todo era real: José había ganado el segundo Rally de Compras organizado por la Cámara de Comercio en lo que llevamos de 2024.

Los términos eran exactamente los mismos; el desafío volvía a ser idéntico al de hace una semana: gastar 2.000 euros en menos de tres horas. El único 'pero' es que había que hacerlo -otra vez- en aquellos establecimientos comerciales que, en su momento, se hubiesen adherido a la campaña. Por lo demás, había vía libre.

Dicen que hombre precavido vale por dos. Sabedor de lo (mucho) que estaba en juego, Cabello llevaba trazada su ruta de casa (del hotel, más bien); tenía claro a qué tiendas iría y hasta el orden en el que visitaría cada una. La planificación del joven era tan minuciosa que la presión que genera en uno el hecho de ir a contrarreloj no ha podido con él; tampoco la adversa climatología.

A los pocos minutos de echar a andar, comenzaba a caer del cielo una ingente tromba de agua; ni siquiera eso era suficiente para echar por tierra el itinerario que José tenía en mente. El palaciego, de hecho, iba en manga corta, casi como si la lluvia y el viento no fuesen con él.

En general, la tecnología y la moda han centrado el gasto casi a partes iguales. La primera parada era una tienda de sobra conocida por quienes se mueven habitualmente por la zona: la APP Informática de Real 90. Allí, el gustoso ganador de este segundo Rally de la Cámara se ha hecho con una flamante tablet que, de primeras, le servirá para reemplazar la que ya tiene.

Seguidamente, Cabello y la comitiva de comunicadores que junto a él caminaban se desplazaban hasta la Óptica Afflelou próxima a la Iglesia de Los Remedios. Tras un par de vistazos frente al espejo y otras tantas deliberaciones, el sevillano se llevaba consigo dos pares de gafas por la patilla (nunca mejor dicho).

La informática y los complementos daban paso a la ropa: justo en frente de Afflelou, en Salistre, José se colgaba de la muñeca tras apenas diez minutos en la tienda una nueva bolsa de papel; esta vez, con una chaqueta, una camiseta y un jersey en su interior.

Las adquisiciones prácticamente eran similares en Feel Vintage, el comercio de ropa de segunda mano que se sitúa en la parte baja de la galería Los Tres Caballos. Lo que también sería similar era el modus operandi: vistazo rápido, prueba, pago y a otra cosa.

A la altura del número 4 de la céntrica calle Camoens, la tecnología volvía a acaparar el despilfarro. Luego de unos pocos minutos de indecisión en Mundomóvil, José se decantaba por unos auriculares inalámbricos para seguir engrosando su ristra de bolsas.

Tan solo unos metros más hacia abajo, en el Revellín, el treintañero se convertía en cliente de la tienda oficial de Xioami pasadas las siete en punto de la tarde. Esta vez la decisión la centraban uno de esos relojes que miden las pulsaciones y hasta las horas de sueño y otro par de auriculares.

El Duty Free, la antigua Librería Tótem, The Corner Shop, Foot on Mars, TOUS y hasta BEEP: esas eran las últimas paradas del largo periplo dispuesto por Cabello. Al final, el crono ha acabado perdiendo. La lectura es clara: objetivo conseguido.