El retraso  en el pago de las nóminas de los profesores de los colegios concertados de Ceuta ha destapado el "descontento" y "malestar" de los docentes, cuyos representantes sindicales pertenecientes a la UGT se han concentrado este martes frente a la Delegación Provincial de Educación para denunciar una situación repetida en el tiempo que ha llegado al "límite". Una demora que se suma a la de la partida para el mantenimiento de estos centros, que "todavía no ha llegado".

El abono de sus salarios tiene como límite legal el día 5 y el Ministerio, ha explicado la delegada de UGT en el Santa María Micaela, Luz María Contero Ávila, ha "apurado al máximo" para evitar las posibles consecuencias legales. El día 6 algunos ya tenían el dinero en sus cuentas, otros tantos, según sus bancos, no.

La explicación de la Administración proporcionada por el nuevo director en la ciudad, el recientemente estrenado Miguel Señor, tampoco ha calmado los ánimos. De hecho ha sido percibida por los allí presentes como una manera de "dar largas". "Nos dijeron que la partida estaba y que los presupuestos estaban, que primero irían los públicos  y que nos pagarían el viernes; y así pasó el viernes, pasó el sábado, pasó el domingo y seguimos esperando hasta el lunes a las tres que apareció el primer pago", ha defendido la portavoz ugetista.

La entrada de los sueldos 'sobre la campana' ha evitado que pudieran emprender acciones legales, ya que "entraría entre comillas dentro del margen legal". Lo que en todo caso no ha contentado a los afectados. "También hay que apuntar que no se ha recibido todavía la subvención la partida que tienen centros concertados para el mantenimiento de los mismos", han añadido a la larga lista de problemas dentro del sector que están acrecentando su "malestar".

Esta tardanza (la de los sueldos) no es una novedad, pero hasta el momento  no ha habido "ninguna como la de este mes", ha explicado Contero, quien recuerda una situación similar con una paga extra en 2019 que en todo caso se solucionó un día 2. "Lo que esperamos es que simplemente esto no se vuelva a repetir, a ver si se va a convertir en una rutina de todos lo meses el tener que estar con incertidumbre de si cobramos o no cuando llegan los recibos", ha ironizado.

El tema, en realidad es serio. Son alrededor de trescientos los docentes que se han visto ahogados por las facturas sin saber cuándo iban a poder hacerles frente. "Los profesores de la concertada también comemos, también tenemos que vivir, también tenemos hipotecas", han reclamado delante de la Delegación Provincial con las esperanza de no tener que emplear "otras medidas pues más contundentes". O "ninguna medida" en general.

De cara a los próximos meses Contero ya ha advertido que su representante en UGT, Amparo Canto, "estará más pendiente y más atenta" a que todo se haga de manera legal y no tengan que llegar al "extremo" de "tener que tomar medidas".