El PP no quiere un gran pacto por la educación y apuesta por reformar la Ley

El PP no quiere un gran pacto por la educación y apuesta por reformar la Ley
El concejal de Caballas durante su intervención en el atril

-Aróstegui defendió la necesidad de reflexionar conjuntamente sobre el fracaso, escuchando a expertos y apostando por exigir mejoras sustanciales en el sistema educativo

-Deu le conestó dejando caer que después del 20N habrá una reforma del sistema educativo, que es lo que necesita Ceuta y España y achacó en parte a la extrapeninsularidad el elevado fracaso escolar


El concejal de Caballas, Juan Luis Aróstegui, rompió la rutina de la sesión plenaria de este lunes cuando le llegó el turno de defender la propuesta de su grupo de crear desde la Asamblea un ‘Gran Pacto por la Educación’, consciente de la trascendencia del asunto optó por subirse al atril, el que se reserva para las grandes ocasiones (debate presupuestario y sobre el estado de la ciudad) e intentar desde ahí atizar las conciencias del resto del plenario sobre la urgente necesidad de Ceuta de comenzar a cambiar cosas para reducir de una vez por todas la elevada tasa de fracaso escolar.

De poco o nada le sirvió el gesto. El PP tumbó su idea votando en contra. Pero si duro fue ese voto para los intereses de Caballas, más duro pareció aún el contenido del debate por inexistente.

Aróstegui, algo espeso para lo que acostumbra, realizó un discurso largo, tanto es así que Vivas le tuvo que llamar la atención, a lo que el concejal respondió diciendo que iba a terminar y que dada la importancia del asunto y que con anterioridad otros portavoces populares habían rebasado el tiempo asignado él iba a terminar o “le desalojaría la policía”. Vivas asumió y le dejó seguir otros cuantos minutos más.

Aróstegui entró en materia. Fijó la importancia del asunto con alguna que otra cita bien traída y fue dibujando poco a poco la realidad educativa de la ciudad, abonada al fracaso, más que en ningún otro lugar de España, desde hace muchos años.

“No hay ninguna actividad con tantas responsabilidades compartidas en tantos más niveles. Cuando oigo al Gobierno de la Ciudad decir que no tenemos competencias en educación me produce escozor y sensación de que está en otra cosa. Todos tenemos competencias en educación: Todo lo que hacemos y decimos tiene repercusión en la educación. ¿O es que piensa el Gobierno que cuando los jóvenes ven que prima la amistad con el político de turno en el acceso al empleo público no influye en las aulas en la actitud del alumnado?”, preguntó Aróstegui.

Un estudio elaborado por el organismo formativo de Comisiones Obreras, FOREM, descubrió hace ya más de un lustro al realizar una encuesta para una memoria entre sus alumnos de un taller destinado a jóvenes que la mayoría pensaban que no era importante estudiar para lograr un empleo. Detrás de ese dato se señalaba al enchufismo como causa de esa imagen.

Aróstegui continúo pidiendo al Gobierno que con la legitimidad de ser el representante de todos los ceutíes se pusiera al frente de una movilización ciudadana que exigiera soluciones al problema que merma el futuro de la ciudad como ningún otro.

“Los datos de fracaso escolar son un auténtico escándalo de enorme repercusión. Salpican nuestra vida cotidiana ¿o alguien cree que no influye en los lanzamientos de piedras contra las fuerzas de seguridad o en el paro? ¿No tiene nada que ver que no hayamos sabido dar una respuesta?”, se volvió a preguntar Aróstegui.

Ceuta, según aportó Aróstegui tiene un 20 por ciento más de fracaso escolar que la media del conjunto de España y ante ese dato instó a que la sociedad y en concreto el Gobierno reflexionara sobre la cuestión: “¿Qué hacemos mal? ¿En qué nos estamos equivocando?”.

“Hay mucho fracaso, pero no se reparte igual. Nuestro diferencial es perfectamente visible. Se concentra en barrios marginales socialmente y en el colectivo musulmán, desgraciadamente”, indicó Aróstegui.

Y de nuevo mezcló esa afirmación subjetiva con un dato, de 547 docentes que ejercen en Ceuta, sólo 9 son musulmanes. “A mí me llama la atención. Teóricamente todos estamos escolarizados y todos podemos llegar a estadiar en la facultad del ‘Morro’”, opinó Aróstegui.

Y de ahí, pasó a pedir lo que denominó “un rearme afectivo” de la sociedad en su conjunto para convertir a los profesores en la vanguardia de ese movimiento social que intente cambiar la sociedad desde la educación para recuperar a los “chavales” que abandonan sus estudios y se logre “convertir en ilusión lo que hoy es fracaso y desilusión”.

En referencia a los alumnos, los que fracasan de forma especial, Aróstegui valoró que “muchos de ellos son auténticos héroes. Sólo levantarse en sus condiciones para ir a clase es un acto heróico”. El concejal de Caballas instó a “recuperar el cariño” hacia esa parte del alumnado para no “excluir a nadie”.

Aróstegui comenzó entonces a señalar algunas de las causas, más políticas que otra cosa, que condicionan ese fracaso poniendo el dedo acusador sobre la gestión de PP y PSOE en los últimos 25 años. Entre otras, Aróstegui señaló la falta de Estatuto de Comunidad Autónoma que impide desarrollar el sistema educativo, como ha pasado en el resto de autonomías desde el año 2000, a lo que sumó la percepción de Ceuta en Madrid, lugar desde el que se gestiona la educación en Ceuta.

Pero optó por hacer hincapié en el “fracaso de la política de integración en el día a día. ¿Se puede aceptar que haya centros concebidos para blindar matrículas de los musulmanes? Eso pasa aquí y no debería pasar. Por eso hay auténticas batallas campales en el periodo de escolarización ¿Eso no influye en el entorno? ¿Eso no crea una conciencia psicológica? Hay que discutir y hay que acabar con eso”, espetó Aróstegui.

Y el concejal ahondó en la idea con otra pregunta “¿Se puede concebir que hoy, en 2011, no haa ninguna referencia institucional al árabe ceutí?”. Y por ahí entró en el siempre polémica tema de la relación entre “la lengua materna de miles de personas en Ceuta” y el fracaso escolar. “Ni siquiera han sido capaces de plantearnos el problema”, lanzó a la administración. “Ceuta es maravillosa como es, son sus musulmanes hablando musulmán, no en esa ensoñación nostálgica de cómo quieren algunos que sea”, remató Aróstegui.

Y si el concejal de Caballas pretendía mover conciencias y prender algo en el alma y corazón de la concurrencia su resultado fue el fracaso más absoluto. Mabel Deu, la titular de Educación del Gobierno fue la encargada de contestar. Defendió la preocupación compartida de su Gobierno por la Educación, pero eso fue lo único en común con Aróstegui.

Deu, en un argumentario nunca antes escuchado en la ciudad pareció defender los datos de fracaso escolar para tratar de minimizar su importancia y atribuyo parte del mismo a la extrapeninsularidad, y lo hizo en base a datos que reflejan un alto fracaso escolar también en Baleares, Canarias y Melilla, además de Andalucía. “Algo tendrá que ver la extrapeninsularidad, digo yo”, remató Deu.

Y con ese prisma de que la realidad de Ceuta no es distinta a la de otras regiones de España, Deu optó por apostar a una “reforma del sistema educativo en Ceuta y en España”, anunciando lo que seguramente sea una realidad después del 20N.

Y no se quedó ahí y pasó a dar las claves de esa reforma. En su opinión se ha deteriorado el valor del esfuerzo y la autoridad del profesor, así que habrá que restituirlos.

Y del árabe ceutí, lo esperado. A la realidad diaria de miles de ceutíes dibujada por Aróstegui, Deu contestó con otra no menos realidad y el argumentario de siempre que deja el problema a un lado, recordando que la lengua oficial en España es el español y es la que hay que aprender.

Tal fue la distancia que separó a Deu de Aróstegui que el concejal de Caballas cuando le tocó el turno de replicarla le pasó la palabra a Carracao con un escueto: “No han entendido nada”.

Sí aportó al debate el líder de los socialistas, José Antonio Carracao estuvo brillante al inicio, recordándole a Aróstegui que también se educa “respetando las normas”, algo que el concejal de Caballas había hecho con el tiempo de su turno, y le recordó también que se educa también si la imagen que se da es la de “amenazar para salirse con la suya”, en referencia al “o me deja terminar o me desaloja la policía”, que le había espetado minutos antes Aróstegui a Vivas.

Carracao apostó por el pacto y entregó el voto del PSOE a favor del Gran Pacto por la Educación que solicitó Caballas, pero antes le afeó las formas a Arósrtegui y le recordó que no era bueno pedir el consenso a la vez que señalaba como responsables y culpables al PP y al PSOE.

La intervención de Carracao sirvió para que Aróstegui pidiera perdón por si hubiera molestado a alguien con su actitud durante la primera intervención, para que casi se abriera un nuevo debate sobre el reglamento y para que recordara que en 15 años ni el PP ni el PSOE han logrado construir un nuevo centro de Primaria, lo que está provocando aulas masificadas con 28 y 29 alumnos. “Eso no son clases, son almacenes. Ahí no se educa, se vigila”, resumió Aróstegui.

Y como viene siendo habitual en su discurso, contra esa falta de nuevos centros, Aróstegui contrapuso los 250.000 metros cuadrados encontrados para construir la nueva cárcel o la cesión a posteriori de la parcela del hospital. Finamente el PP tumbó el pacto.

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