La caravana socialista se ha ido este lunes de puente hasta la barriada de Manzanera para desde allí desglosar sus propuestas en materia educativa. En lo más pegado al terreno, la candidata al Congreso, Bernardina Díaz, ha recordado las carencias del centro de enseñanza del barrio, con graves problemas estructurales y pendiente de ser derribado desde 2011 para trasladar a los alumnos al Edrissis. En lo más ambicioso, Díaz ha repasado las propuestas programáticas del PSOE si llega a la Moncloa en materia de Educación. Lo principal, elevar la inversión en Educación del 4,5 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) actual hasta el 7 por ciento.

Un incremento previsto a lo largo de “tres legislaturas” y que permitiría sufragar el coste de “desdoblar centros” para pasar de aulas con 30 alumnos como las de la actualidad a clases con 25 estudiantes y hasta 20 en el caso de las aulas de difícil desempeño. Y por supuesto contratar más profesores.

Además, Díaz ha explicado que entre los objetivos de los socialistas en materia de Educación figura el garantizar la educación de los 0 a los 18 años. Posibilitando la implementación del ciclo de 0 a 3 años, aún no existe en la educación pública reglada y dando la opción de los 16 a los 18 años. “No se trata de imponer nada a nadie, sí de recuperar a los jóvenes para la sociedad garantizándoles que el que quiera pueda estudiar”, ha explicado Díaz.

Entre las propuestas del PSOE está la de derogar la LOMCE, una derogación que será casi con total seguridad a partir del 20 de diciembre, habida cuenta que el PP sacó la Ley haciendo valer su mayoría absoluta y logró que toda la oposición firmara un pacto para su derogación tan pronto como fuera posible.

Para los socialistas la LOMCE es el núcleo del mal en Educación. Ha fomentado la desigualdad y el desequilibrio en el sistema, ha enviado al paro a 35.000 profesores, reducido becas, tanto de estudio, como universitarias, libros y comedores y ha provocado que muchos universitarios se vayan al extranjero o peor aún que algunos estudiantes hayan tenido que abandonar sus carreras universitarias, según ha explicado Díaz.

La candidata de los socialistas ha ironizado además con que ahora el PP diga en La Razón que quiere un pacto en Educación, cuando aprobó la LOMCE en solitario y sin consenso alguno en 2013. Aún así, Díaz ha estado de acuerdo en que “se necesita un gran pacto por la Educación”.

Desde las razones más elevadas a las más sencillas justifican el acuerdo para Díaz. La socialista ha puesto como ejemplo el trastorno para los docentes de tener que preparar las clases de un curso a otro no con pequeños cambios en el temario “sino con bloques enteros echados abajo”.

El PSOE no quiere las competencias en Educación, pero sí acercar la gestión a Ceuta a través de una encomienda a la Dirección Provincial y la resurrección de una Mesa de Negociación que sirva para afrontar los problemas de Ceuta y Melilla desde la óptica local.

Universidad

“Cada 5 minutos un universitario se va al extranjero”, ha proclamado el candidato socialista al senado, Abdelghani El Amrani, para evidencia que con semejante fuga de talento el país difícilmente va a encontrar un futuro mejor.

Su compañera de campaña y de ticket electoral, Susana Pulido, ha subrayado que el destrozo a la igualdad educativa provocado por la gestión de los populares de Rajoy ha llegado hondo también en la universidad.

Aquí, al igual que en todo el sistema, Pulido ha señalado que se han recortado becas y ayudas a los estudios, pero quizás la peor parte ha estado en “los enormes recortes en los presupuestos universitarios”, que han dejado a las facultades temblando sin posibilidad de implementar planes de mejora y competencia, o de seguir apostando por la investigación y el desarrollo, al tiempo que se mermaba su autonomía.

Y el cambio en la estructura de los estudios universitarios que ha traído “una devaluación de los títulos de grado y ha cargado a las familias con los costes del pago de la matrícula de un máster”, ha censurado Pulido.

Los socialistas básicamente pretenden insuflar dinero público al sistema para garantizar de nuevo la igualdad y el acceso a los estudios universitarios en equidad a todos aquellos que lo requieran, gestionando el pago de las matrículas acorde al nivel de ingresos familiar del estudiante y concediendo ayudas a aquellos estudiantes que por motivos económicos se plantean abandonar la carrera universitaria.