SANTO TOMÁS DE AQUINO

La reforma del acceso a la función docente necesaria, pero a la espera, según la rectora de la UGR

La reforma del acceso a la función docente necesaria, pero a la espera, según la rectora de la UGR
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Pilar Fernández ha ofrecido una interesante conferencia sobre el futuro de la docencia en Ceuta.
Tanto la rectora de la Universidad de Granada, Pilar Aranda, como la presidenta de los decanos de Educación de España, Carmen Fernández, que ofreció una conferencia durante los actos de celebración de Santo Tomás de Aquino en el campus de Ceuta, consideran que el documento dado a conocer que plantea una reforma a fondo del acceso a la función docente es necesario, pero que le queda un largo recorrido de negociación, en especial política

Anda el mundo educativo revuelto desde que hace escasos dos días se dio a conocer un documento con el que trabaja el Gobierno para reformar lo que concierne al acceso a la función docente. Desde cómo ingresar en la Universidad hasta el final del camino al ponerse ante una clase para enseñar, y el punto y seguido de la re evaluación y formación continua del profesorado. Este sábado la facultad de Educación de la Universidad de Granada en Ceuta, celebraba precisamente el patrón de toda la universidad, pero especialmente de las facultades de educación, Santo Tomás de Aquino, eso ha provocado que la rectora de la UGR, Pilar Aranda, desembarcara en Ceuta. Ella misma ha dado a entender que la reforma es necesaria, si bien ya deja claro que no estará antes de dos años en marcha.

“Hay una relación muy directa entre las facultades de Ciencias de la Educación con ese informe técnico que ha salido. Es un informe que evalúa y que quizá hay que poner un límite al número de estudiantes, hay que tener en cuenta que la facultad de Ceuta, igual que la de Melilla, son extraordinarias porque están muy ajustadas a la capacidad que el profesorado tiene para poder formar al estudiantado”, ha explicado Aranda, que había podido conocer de primera mano los detalles la noche anterior al compartir charla con la conferenciante invitada al acto, la presidenta de los decanos de humanidades, Carmen Fernández Morante.

El número de estudiantes en magisterio desborda la capacidad del sistema, hay según explicó durante su charla Fernández 122.000 matriculados en el grado, entran cada año 35.000 alumnos, y en los últimos ejercicios ese número se viene incrementando en 4.000 por año.

Otro tanto sucede con el máster que acredita para poder ser profesor, se ofertan anualmente 50.000 plazas, y cada ejercicio se incrementa en 6.000. “Genera problemas muy serios”, ha apostillado tras arrojar estas cifras, superiores a las de cualquier otra opción universitaria.

La demanda es tal que en su falcultad en Santiago la nota de corte de magisterio ya está cerca de la de medicina.

Aún así ni Fernández ni Aranda han arrojado demasiado optimismo a que la reforma prospere. Seguro que no para este año, y poco probable para el que viene, en opinión de Aranda: “Todas esas modificaciones requieren un consenso importante, una negociación importante. El documento está elaborado técnicamente por las facultades de educación con el ministerio, imagino que los sindicatos habrán participado también, pero esto ahora entra en un diálogo, negociación por todas las partes para ver cómo se puede desarrollar, para el año que viene imposible, y veo difícil que para el siguiente”.

Fernández en su charla repasó incluso las ocurrencias que han venido impidiendo que en más de 40 años no haya habido un pacto de estado en España para reformar a fondo todo lo que regula el acceso a la función docente. “¿Esta reforma no será misión imposible?”, se ha llegado a preguntar.

Ahora tras el lanzamiento del documento de carácter técnico que más o menos convence al mundo educativo, dado que sale de su trabajo, viene la parte política, la carrera de medallas entre autonomías y estado, una negociación dura que está como ella misma ha afirmado “supeditada a la intereses económicos, políticos, identitarios...” y que son una amenazan directa para que la comunidad educativa claudique por la vía del “hartazgo” y “renuncie” a reclamar una reforma que todo el mundo sabe que hace falta y es muy necesaria.

Tanto Aranda como ella e incluso los homenajeados por jubilación durante la celebración del acto han reclamado la necesidad de poner en valor la función docente, como hacen los países nórdicos, que es la carrera con nota de corte para el acceso más elevada, o simplemente reconociendo que de quienes educan en las aulas a las nuevas generaciones dependerá el futuro de cada comunidad. 

“Si la guerra nace en la mente de los hombres es en la mente de los hombres donde deben erigirse los baluartes de la paz”, ha citado uno de los profesores de la facultad que se jubila y ha recibido su homenaje, Francisco Mateos.

Y para mejorar esos profesores, las facultades de educación lo que han propuesto en ese documento es una pequeña gran revolución, desde el acceso a la universidad hasta el final del camino. Pretenden poder evaluar más allá de lo memorístico las capacidades de cada uno a la hora de acceder al grado de Magisterio e igualmente a los másteres, más allá del expediente académico. Pretenden poner en valor el atraer a los mejores perfiles, los más preparados para la función docente. Plantean remunerar mejor, también en lo público, a quienes sean mejores docentes; apostar de forma decidida por la reevaluación de los profores y su formación de forma continuada. Darle más peso a la parte práctica tanto en magisterio como en el máster y discriminar los centros que sí estarían preparados para formar en la práctica a los futuros profesores de los que no tiene capacidad para ello. Y todo con la mira puesta en redimensionar la oferta para ajustarla a la demanda, sin llegar al sistema de medicina, pero con ciertas similitudes.

La reforma del acceso a la función docente necesaria, pero a la espera, según la rectora de la UGR


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