CELEBRACIÓN

El 75 aniversario de la Comunidad Hindú sirve de inspiración para lanzar la Federación de España

El 75 aniversario de la Comunidad Hindú sirve de inspiración para lanzar la Federación de España
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Dinesh Kumar durante su intervención.
Los hindúes han celebrado que hace 75 años fundaron la asociación de comerciantes que dio lugar a la actual Comunidad Hindú con la presencia de otras comunidades del resto de España, el embajador de India y con una charla que ha repasado su origen en la ciudad y rindiendo recuerdo a quienes ya no están

En el mismo lugar en el que hace 75 años se constituyó la entonces Asociación de Comerciantes Hindúes de Ceuta se ha firmado una declaración de intenciones con el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, y el embajador de India en España, Dinesh Kumar, como testigos, para constituir la Federación de Comunidades Hindúes de España, tal y como reseñaba el propio embajador durante su intervención en los fastos y había anunciado poco antes el presidente de los hindúes de Ceuta, Ramesh Chandiramani. “Con esta firma damos un paso más al reconocimiento por parte del Estado de nuestra cultura”, apostillaba Chandiramani.

Y es que los hindúes están de celebración. Hace tres cuartos de siglo que constituyeron el germen de lo que es hoy la Comunidad Hindú. Y para la celebración además de propiciar la visita del embajador de India en España, cuya actividad en la ciudad ha traído más allá de lo institucional posibilidades para el desarrollo económico, han invitado a buena parte de los representantes de otras comunidades en el resto de España, casi todos vinculados de un modo u otro con Ceuta, que fue el principal lugar de emigración de los sindis hace 76 años, cuando se produjo la partición.

Sobre todo eso se ha hablado y mucho en el pequeño acto de celebración que ha precedido a una cena de gala en el Parador. Por ejemplo, el embajador Kumar ha explicado que a diferencia de lo que hicieron aquellos pioneros sindis que recalaron en Ceuta hace algo más de 75 años, ahora la India es una potencia y más que venir a vender, viene a comprar. Esto se traduce en que tal y como ha explicado Vivas, ha ofrecido “los servicios de la embajada para conectar Ceuta con esa potencia mundial que es hoy la India en sectores tan importantes y tan estratégicos que forman parte de la hoja de ruta que tenemos diseñada para un modelo económico alternativo en nuestra ciudad, como pueden ser los desarrollos tecnológicos, los intercambios de comercio internacional y el desarrollo de las operaciones de transformación y perfeccionamiento del puerto”. Esto es, la embajada va a trabajar para atraer a inversores a la ciudad después de conocer las ventajas que les puede ofrecer Ceuta a sus empresarios.

Vivas ha aprovechado la celebración, además de para felicitar a la Comunidad Hindú para reivindicar la multi culturalidad de Ceuta. “Digo que celebramos el 75 aniversario de la Comunidad HIndú en primera persona porque en Ceuta no se concibe ni reconoce sin nuestra comunidad hindú. Es esencial para Ceuta”, ha explicado Vivas.

El presidente ha puesto de relieve la importancia de la Comunidad Hindú en el desarrollo y construcción de la Ceuta actual. Sin ellos no se entendería toda una época, la que ancló el desarrollo económico en el bazar.

Y sin ella esa Ceuta que “somos y queremos ser” estaría coja. “Es imprescindible para poner de manifiesto que queremos ser un lugar de encuentro y convivencia, un lugar donde se aprecie y se respete al diferente, queremos ser un lugar en el que las religiones tengan un momento de encuentro y no existan diferencias de índole cultural o de origen. Eso es la Comunidad Hindú y eso es Ceuta. Somos 4 culturas pero una sola población. Las 4 son imprescindibles”, ha resumido Vivas.

Tanto el presidente como el propio acto ha tenido un emotivo recuerdo para quienes ya no están, bien porque se fueron en busca de riqueza a otra parte con el declive del bazar, como ha señalado Vivas, pero siguen unidos a Ceuta en el alma y el corazón y hacen de embajadores de la ciudad allá donde están, bien porque murieron.

El presidente no ha ahorrado elogios ni a la comunidad ni al embajador ni al presidente de los hindúes ceutíes. Y en especial le ha reconocido su “perseverancia” para hacer posible que hoy Ceuta cuente con dos cruces en lo urbano “imprescindibles” en cualquier visita a la ciudad, el templo hindú y la estatua que rinde homenaje a Gandhi.

A los discursos ha seguido una charla del psicólogo Arun Mansukhani, que ha repasado el origen histórico y cultural de la comunidad sindi en Ceuta, pero en clave muy pedagógica para entender sus razones y su progreso.

Así ha recordado que los sindis son en realidad un pueblo sin tierra. Y que mientras desde su perspectiva la separación de Pakistan (su lugar de origen) de la India hace 76 años, la llaman la partición, los pakistanís la llaman Independencia.

Ese fue el segundo éxodo, porque en realidad a Ceuta ya llegaron hindúes, sindis también, a finales del siglo XIX y principios del XX, cuando en India muchos salieron en busca de mejor fortuna cuando se convirtió en colonia inglesa.

Mansukhani ha dejado claro que el éxodo migratorio de la partición, hace 75 años, por lejano que pueda parecer, por ejemplo, lo vivieron sus padres con 15 y 10 años. De esa región sindi de Pakistán salieron hacia la India, donde fueron tratados como refugiados y confinados en campos de refugiados.

Pero por cuestiones culturales que se remontan a hace más 5.000 años y que en realidad nos hermanan genéticamente, los sindis no optaron por aferrarse a esa tierra perdida, al pasado, sino que optaron por mirar al futuro, emigrar, y hacer fortuna. “Prefirieron venir a la Costa del Sol a vender relojes que no quedarse a matarse por la tierra perdida. A mí nadie, como sí he escuchado de otros ex partidos, me puso unas llaves en la mano para decirme: ‘estas son las llaves de tu casa y algún día será tuya’. Y eso hace que hoy pueda estar aquí dando esta conferencia, que tenga una mujer gaditana y una hija preciosísima”, ha explicado Mansukhani.

Y esa falta de violencia, tiene que ver con la cultura que ya proliferaba en aquel lugar hace 5.000 años, una cultura que construyó una ciudad para 50.000 habitantes, en cuadrícula, con agua y desagües en todas las casas y edificios de tres plantas. Se sabe por los yacimientos encontrados, en los que apenas sí se encontraron armas y en los que apenas sí se encontraron muestras de adoración a dioses.

En general el hinduismo como ha repasado el psicólogo no es una religión dogmática, sino abierta, sin rito de conversión y con capacidad de amoldarse.

Los sindis, eligieron hace 76 años, “en vez de vivir nostálgicamente o mirando hacia atrás con rencor, una apertura al futuro y engancharse a la esperanza”, ha explicado Mansukhani.

Y eso les trajo aquí, a Ceuta, donde “los caballas” los recibieron “con todo afecto y la mejor hospitalidad”, como ha apuntado Ramesh Chandiramani.

Y aquí hicieron lo que mejor saben y que forma parte de su cultura, lo que llegó fue la parte de los sindis comerciantes, “establecer relaciones”, esto es, comerciar. “Como comerciante no me interesa matarte, me interesa venderte algo, me interesas vivo. Y el comercio se basa en establecer relaciones, yo creo que es una comunidad que siempre ha hecho eso, establecer relaciones y no guerrear”, ha repasado Mansukhani.

Y así, comerciando y adaptándose a los tiempos agarrados a la esperanza, Chandiramani ha expresado el deseo de “salud para todos”, para el resto de comunidades y culturas invitadas a la fiesta también, para poder “celebrar los 100 años todos unidos y juntos”.

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El acto ha llenado el salón del Parador.

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