Benzú reclama la dimisión del delegado mientras Vivas busca dinero para el plan que salve el barrio


Benzú reclama la dimisión del delegado mientras Vivas busca dinero para el plan que salve el barrio

- El gobierno de la Ciudad reconoce la discrepancia con Delegación, pide no mezclar instituciones y partidos, y reconoce que el escollo a salvar es "importante": saber cómo se puede pagar el proyecto para cumplir con el PGOU

- Incluye vídeo de la movilizacióny galería de imágenes

Si alguien imaginó alguna vez que los vecinos de Benzú iban a mostrar el mismo carácter apacible que inspira el barrio, se equivocó. Metáfora perfecta de Ceuta (alejado de los centros de poder, con mala comunicación tanto con el centro de la urbe como de los servicios como la educación, la sanidad, la cultura o los recintos deportivos, fronterizo) la vecindad parece haber cogido fuerza del azote de los vientos a los que está expuesto el barrio. Unas 350 personas, ‘parados de Mizzian’ iincluídos, según la Policía Nacional, unas 450, según los organizadores, recorrieron durante dos horas las calles céntricas de Ceuta, del Ayuntamiento a la Delegación del Gobierno, para declamar a una que “#BenzúNoSeTira”.

Lo hicieron con parsimoniosa paciencia, dos horas para llegar de la plaza de África a la plaza de los Reyes ,y con sonora indignación. Atronadora protesta. “¡Delegado dimisión!”; “¡Benzú no se Tira!”; “¡Benzú no se vende. Benzú se defiende!” o como no la socorrida y eterna canción protesta que encumbró a Chanquete: “Del barrio de Benzú no nos moverán, porque el barrio es nuestra vida, no nos moverán”, fueron algunos de los cánticos más repetidos.

Sólo eran unos pocos centenares de personas, y la cola de la manifestación, los parados apadrinados por Tarek Mizzian, sumados a la reivindicación, lo hacían en silencio en comparación con la que había montado la plataforma vecinal, pero sonaban como miles. A su paso, las habituales miradas de desaprobación de los moradores del centro ante casi cualquier protesta que cuente en sus filas con los habituales Mohamed Alí y Juan Luis Aróstegui por Caballas, o José Antonio Carracao y Sandra López por el PSOE -entre otros de ambas formaciones- eran este jueves chascarrillos desviados que compartían la incomprensión ante la iniciativa de la Delegación del Gobierno de querer derribar una barriada histórica de la ciudad sin dar solución alguna a los vecinos.

Si bien, no se sumaban. En la última semana la plaza de los Reyes ha acogido gritos de dimisiones tres veces: dos para el delegado, por la tragedia de la inmigración y por Benzú, y una para los responsables del Ingesa. Entre las tres movilizaciones sobrepasarían el millar de personas, si bien pocos han repetido. Ceuta ya se ha acostumbrado a la insolidaridad y cada cual acaba defendiendo su causa y sólo su causa. Así, los docentes no van en masa a defender a sus compañeros de la sanidad pública cuando piden parar el recorte de plantilla y viceversa; los vecinos de Benzú no sienten como propia la reivindicación de los sanitarios y pocos sanitarios, si es que había alguno, apoyaron este jueves a los vecinos de Benzú. Alí y Aróstegui son de los pocos que pueden decir que estuvieron en las tres de la última semana.

Tampoco estuvo este jueves el presidente de todos los vecinos de Ceuta, de la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos (FPAV), José Ramos. Que sí encontró hueco en la agenda para acompañar el martes a la consejera de Fomento y al de Barriadas, en la presentación de su plan de actuaciones para los próximos meses. Sí acudió a solidarizarse con Benzú, el presidente del Príncipe Alfonso, ‘Obama’.

La vecindad de Benzú que tiene amenazadas de derribo más de una veintena de viviendas no lucha sólo en la calle, también lo hace en los despachos. Así han elevado toda la documentación que tienen acompañando una queja formal a la Unión Europea. Reclaman que el deslinde con el que se les quiere echar del barrio es de antes de la Constitución y nada o poco tiene que ver con la Ley de Costas. Ley que delegación quiere hacer cumplir, si bien, nada hay o nada se sabe del proyecto de Europan que el Gobierno de Vivas llegó a presentar en su día con gran altavoz. Algunas voces y arengas, y algunas pancartas hacían referencia, precisamente a eso.

Deslindes de antes de la Democracia, leyes nuevas y expedientes de derribos iniciados sin dar alternativa alguna a sus habitantes para ser reubicados bajo un techo y no en la playa a la que quieren seguir pegados.

Alí promete no parar hasta salvar Benzú

Al lío suma y mantiene el pulso que la Ciudad Autónoma de Ceuta, gobernada por el PP, piensa absolutamente distinto de la Delegación del Gobierno en Ceuta, gobierno del PP. Choque de posturas que suscita las dudas de la oposición y que ha obligado al presidente, Juan Vivas, a pronunciarse: “No conviene mezclar los partidos con las instituciones”, ha llegado a decir.

Así, horas antes de que los vecinos se movilizaran por las calles del centro, el Pleno de la Asamblea de Ceuta acogió un cruce de posturas entre el líder de la oposición, Mohamed Alí y la consejera de Fomento, Susana Román.

Alí interpeló a Román para saber cómo están las cosas. Las cosas no están paralizadas, al menos ni Vivas acertó a aseverar tal extremo. Delegación sigue adelante con los expedientes de derribo. “Los acelera”, según Alí.

El localista no entiende que el Gobierno de la Ciudad Autónoma diga que va a cumplir con lo que dicta el Plan General de Ordenación Urbana, distinto de lo que dice la Ley de Costas, y que vaya a construir 60 viviendas de VPO, las del famoso proyecto Europan, del que nunca más se supo después de ser presentado y anunciado, hasta estas semanas de ansiedad por derribo en Benzú.

“Dicen que van a salvaguardar los derechos de los vecinos de Benzú. Yo les creo, pero ¿por qué no para Delegación el expediente?¿Por qué van a tener los vecinos que ir a los Tribunales y pagar abogados?¿Por qué no para los expedientes? El que no les cree es el delegado del Gobierno que no para con la intención de derribar el barrio”, ha discurrido Alí ante Román para anunciar su firme intención de no parar hasta salvar a la vecindad.

“Tranquilidad absoluta para los vecinos. Seguimos adelante con nuestro plan”, había dicho la consejera de Román, antes de que Alí mostrara su total desconcierto en sintonía con el de Benzú.

Falta el dinero

La intención del Gobierno era la de tranquilizar y como Román dejó igual de tenso a Alí con su primera intervención, Vivas aprovechó la alusión de Alí para intentar poner la calma que no parece llegar a la playa de Benzú.

Entre Delegación y Gobierno de la Ciudad las “relaciones son razonablemente buenas, pero puede haber algunos desencuentros”. El problema es “el imperio de la Ley”. Así Vivas y los suyos trabajan en zanjar todos los flecos del plan de actuación con el que pretenden salvar Benzú, proyectando los edificios de Europan para cumplir con el Plan General de Ordenación Urbana y habilitar una salida a la vecindad que pueda encontrar con que su casa se va a derribar.

Según Román y el propio Vivas está casi todo listo, hay proyecto técnico, proyecto urbanístico, pero “queda un escollo importante: la parte financiera. Saber si lo podemos pagar”, explicó Vivas. El propio presidente recordó que no hay partida alguna prevista en los Presupuestos Generales de la Ciudad para construir VPO en Benzú. Queda eso, porque por estar, está hasta hecho el presupuesto de lo que costaría trasladar a otro lugar el Depósito de Vehículos.

A falta de dinero, eso sí, Vivas ha puesto cariño: “Este Gobierno le tiene un especial aprecio a la barriada de Benzú, especial aprecio, subrayo. Y en base a ese especial aprecio, consideramos que Benzú además de su enorme categoría paisajística es una barriada de vecinos que merecen mucho la pena y que tiene mucha solera y que es la barriada más alejada de Ceuta que existe en Ceuta. Por eso nos hemos puesto a trabajar para resolver el problema”, manifestó el presidente en el Pleno.

De momento, el asunto parece encallado, el barrio anuncia a ritmo de palmas, pitos, bocinas y megáfono en mano y voz al viento hasta desgañitarse que Benzú no se tira; que Benzú no se vende, se defiende y que lo que quieren es que el delegado dimita para que puedan vivir tranquilos, como hasta hace sólo unos meses, como vienen haciendo en algunos casos desde hace 200 años sin que ninguna Ley de Costas, deslinde, iniciativa política, o desastre natural haya cuestionado sus techos hasta hace sólo unas semanas.

El barrio prepara la batalla, además de defenderse, sottovoce, avisan, quieren pasar al ataque: “Ya se ha despertado al león”. En el punto de mira, las carencias y la cantera.

Benzú reclama la dimisión del delegado mientras Vivas busca dinero para el plan que salve el barrio


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