Ceuta no permanecerá ajena, este sábado 1 de junio, al movimiento que, bajo el lema 'Pueblos unidos contra la Troika', alzará su voz contra las políticas que imponen las instituciones financieras internacionales (en concreto, la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional). Será a partir de las 20.30 horas en 'La Sala-Café Club' del Poblado Marinero, donde actuarán grupos locales en un acto político-social que impulsa el Frente Cívico de Ceuta al frente de otras entidades y personas individuales.

El próximo sábado se celebrará en numerosos países europeos una protesta internacional contra las políticas de ajuste del déficit. En España las movilizaciones tendrán lugar en más de 40 ciudades, con la participación de colectivos que luchan contra los recortes y piden una "verdadera democracia".

Esta convocatoria es el resultado de la cumbre que, el 26 de abril, reunió en Lisboa a representantes de colectivos populares de una serie de países de la Unión Europea como Portugal, Grecia Chipre, Irlanda, Italia, Francia, Reino Unido, Alemania, Eslovenia y España, invitados por el movimiento portugués 'Que se Lixe a Troika'. Allí se pactó convocar una jornada de movilizaciones a nivel internacional este 1 de junio contra las políticas de austeridad.

"Con la excusa de la crisis de la deuda", denuncian los convocantes, "han modificado la Constitución sin escuchar nuestra voz en referéndum, imponiéndonos el desmantelamiento de los servicios públicos como la Sanidad o la Educación que son entregados al sector privado como 'oportunidad de negocio', vulnerando así los derechos sociales y laborales conquistados en las últimas décadas".

"Con ello", entienden, "se ha provocado, además, que miles de familias de los países afectados pierdan su vivienda y su vida diaria". El movimiento entiende que "la disolución de las fronteras entre lo público y lo privado alimenta una corrupción impune que envilece nuestra sociedad y pervierte la política en su papel insustituible de instrumento de acción ciudadana" y reclama un "cambio de rumbo".

A su juicio, tal viraje debe partir "de una democratización de Europa, desde sus ciudadanos/as, para que los derechos de las personas y las decisiones políticas democráticas se impongan a la avaricia de las instituciones y mercados financieros y de las grandes multinacionales".