Un deficiente estado que ya ha sido denunciado en numerosas ocasiones por el sindicato Comisiones Obreras, y que obligó incluso a un cierre temporal de la residencia. Sin embargo, posteriormente se decidió abrirla de nuevo ya que según la Ciudad no había problemas de seguridad, y ante el inminente traslado de la residencia al nuevo edificio.
Sin embargo, en esas dependencia seguía ubicada la guardería, que se ha visto obligada a cerrar sus puertas sin previo aviso para los padres, que en muchos casos se han visto sorprendidos al llegar al centro, aunque la decisión de la clausura se tomó en la tarde del lunes, eso sí, sin ningún tipo de publicidad. La guadería es la mayor de las que pertenecen al Ayuntamiento, con más de 120 plazas. Los problemas surgieron con deficiencias en varios techos de la guardería, que obligaron a recolocar algunas aulas en la nueva residencia de mayores. Cuando el equipo municipal llegó para acometer las obras de remodelación, el arquitecto encargado de la misma pidió el cierre por el lamentable estado del inmueble.
Una decisión que no sólo afecta a la guardería, sino también a la residencia. Y es que este edificio, al ser diseñado originalmente como un anexo y no una infraestructura independiente, no cuenta ni con cocina ni con lavandería, por lo que estas tareas se seguían realizando en las viejas dependencias. Algo que ya no pueden hacer. Más problemas, y no nuevos, para un edificio cuya seguridad la Ciudad garantizó hace apenas dos años.