Salvador Bentolila está de absoluta enhorabuena. El veterano empresario, uno de los más conocidos de nuestra salada tierra (si no el que más), ha visto reconocida este 25 de julio su dilatada trayectoria profesional y su encomiable labor para con la ciudad autónoma y el conjunto del pueblo caballa (y no de cualquier forma...).

El propietario de la concesionaria del servicio de limpieza viaria ha recibido la medalla de la Orden de Isabel la Católica en su formato Cruz. Lo ha hecho de manos del delegado del Gobierno (y a instancias de este) en un íntimo acto que se ha desarrollado al completo -lejos del calor y la humedad- en la sede de la propio organismo gubernamental.

La ceremonia ha dado comienzo transcurridos apenas dos minutos de las seis en punto de la tarde. Mucho antes de producirse el 'pistoletazo de salida', el lugar presentaba un lleno casi absoluto; no cabía ni un alfiler. Familiares y amigos no han querido perderse por nada del mundo una cita que, por su significancia, era casi obligada.

Tras una breve introducción en la que nuestro estimado compañero Roberto Franca se ha referido a Bentolila como "un empresario ceutí comprometido con su tierra", el premiado ha recibido su merecida distinción bajo la fija y atenta mirada de todos los presentes. Según Delegación, el reconocimiento encuentra su más inmediata razón de ser en la cesión de las infraestructuras de las que el clan Bentolila es propietario para que la Administración efectuara con ellas los primeros ensayos de la aduana comercial.

Antes de dar inicio a su discurso, Salvador ha querido acordarse de sus padres y de su difunta esposa, Mimi. "Estoy seguro de que el todopoderoso los tiene a todos juntos", asentía. Bentolila ha aprovechado la ventana para dar las gracias al delegado y a todo su Gabinete "por haber gestionado con mucho ahínco y dedicación las posibilidades de la frontera comercial".

Formulados los pertinentes agradecimientos por su designación para recibir la medalla, el gestor ha revelado, luego de haber investigado por su cuenta, que la Orden que da nombre a la insignia no se creó durante el reinado de Isabel la Católica, fallecida en 1504, sino "300 años más tarde", en tiempos de Fernando VI, quien, además, "abolió el tratado por el que se acordó la expulsión de todos los judíos españoles".

Según recoge el real decreto que regula la concesión de la condecoración, su entrega tiene por objetivo "premiar la lealtad acrisolada y de méritos contraídos en favor de la prosperidad de España". Casi nada.

Antes de dar carpetazo a su intervención, Bentolila ha querido hacer "un llamamiento a las autoridades nacionales y locales al objeto de trabajar conjuntamente para sacar a nuestra querida Ceuta de esta ajada situación comercial que vivimos actualmente". "Es cierto que están llegando a la ciudad muchas actividades relacionadas con el mundo tecnológico, pero nosotros, los ceutíes, siempre hemos sido comerciantes; intentemos recuperar esa esencia para hacer de Ceuta el gran outlet del Mediterráneo", sentenciaba.

Pese a que no estaba previsto, Juan Vivas ha decidido hablar públicamente. El alcalde se ha confesado "satisfecho" y "emocionado" a propósito de lo que ha calificado como "un reconocimiento más que merecido", uno en recompensa a "toda una vida de trabajo y ejemplaridad".

A Vivas, la medalla le ha servido para retrotraerse en el tiempo a su época de infancia, en "la calle Larga". Allí, en la actual Jáudenes, el mandatario y el hoy premiado fueron vecinos durante algunos años. "Esa calle era, de alguna manera, nuestro universo; era un espacio para jugar, para encontrarse, para relacionarse, para cultivar los afectos y, en definitiva, para aprender a convivir", incidía.

Al igual que hiciera el propio Salvador, Vivas ha tenido a bien acordarse del padre de este, al que ha descrito como "una persona carismática, simpática, entrañable, comunicativa y arrolladoramente buena". "Estaba pendiente de todo lo que ocurría en la zona; conocía al detalle lo que sucedía en cada casa", explicaba.

El último en intervenir (y esto sí estaba programado) ha sido el delegado. Lejos de recuerdos y emociones, García ha destacado de Bentolila que lleva "más de cincuenta años trabajando por Ceuta y para Ceuta". "Siempre has estado ahí cuando se te ha necesitado, prestando tu colaboración de manera totalmente desinteresada y buscando, únicamente, el progreso de nuestra ciudad", aseguraba.

Cabe destacar que la Administración General del Estado solicitó en su momento "la colaboración de los empresarios locales" para poner en marcha "el ilusionante proyecto de la aduana comercial". A este respecto, "Salvador respondió a la petición -decía el delegado- con extraordinaria diligencia y con la generosidad que siempre le ha caracterizado". "Este reconocimiento no se logra en un día; se logra con mucho trabajo, esfuerzo, dedicación y sacrificio", concluía el sucesor de Salvadora Mateos.