Andar por la calle real este sábado de julio, en el que los termómetros dan un leve tregua, es oler a quemado. Más, si se avanza en dirección a la iglesia de los Remedios, donde los grados suben un poco y los curiosos y viandantes se agolpan. Para, observan, señalan, se sirven de dispositivos móviles en sus manos y flasehan. Han transcurrido más de 24 horas desde que el conocido edificio de colores se viese envuelto en una gran columna de humo negro. Sus habitantes continúan desolajados en el hotel Puerta de África- sin un regreso a corto plazo- y el cuerpo de bomberos afanado sin parar intentando extinguir unas llamas que no se dan por vencidas.

El perímetro de seguridad continúa. A las puertas de los Remedios la Policía Local controla el tráfico rodado y, a pie, recibe al nuevo grupo de efectivos de bomberos que llega pasada la media tarde para hacer el relevo hasta primera hora de este domingo. “¿Terminaréis mañana?”. “Lo dudo”, responde uno de los efectivos del SEIS mientras se viste con el traje de protección para poder soportar las altas temperaturas que todavía se viven en el interior. “Mira”, dice señalando la entreplanta del edificio. “Todavía sale humo. Mientras siga así, no nos podremos ir”.

Precisamente, dicha entreplanta ha sido uno de los principales motivos para que el Servicio de Extinción de Incendios continúe activo. Pese a que a última hora de la noche de este viernes el incendio se declaró como controlado (que no extinguido) en ese espacio se produjo esta madruga un ‘flashover’ o combustión súbita generalizada. “Un fenómeno que se observa en incendios confinados en los cuales de forma repentina todas las superficies combustibles, que hasta ese momento no estaban implicadas en el incendio, comienzan a arder a consecuencia de la radiación proveniente de la combustión de la capa de gases (rollover). Este fenómeno marca el máximo desarrollo del incendio, generándose radiaciones de hasta 170 kW/m²”.

Para llevarlo al pueblo llano, fue donde se escucharon dos explosiones que han dejado a toda la primera planta de viviendas- al menos como se ve por fuera- calcinada y que, con todos los factores que han rodeado a esta catástrofe-, acaba de abrir una gran guerra entre vecinos, propietario del comercio y aseguradoras.

“Ha sido el incendio urbano más gordo de la historia de Ceuta”, continúa explicando a Ceutaldia el efectivo de bomberos. “Es cierto, que se han producido situaciones dramáticas en garajes o alguna vivienda, pero en un edificio entero y de esta naturaleza, nunca”.  

Hasta 1.500 grados tuvo que soportar este viernes el cuerpo de bomberos en el interior del edificio. “No podíamos estar más de cinco minutos dentro”. Después de más de un día de intensos trabajos, las altas temperaturas en el interior de la infraestructura no cesan, aunque las laborales se han ido, por suerte, suavizando. Mientras unos se afanan en controlar los conatos, otros apilan a las faldas del edificio todo lo que encuentran en su interior.

“¿El motivo del incendio?”, pregunta el redactor al bombero. “Por favor, no haced caso a los rumores?”, insiste el del SEIS. Desde colchones, una batería de un patinete o electrodomésticos. Tanto los técnicos de la Consejería como la Policía Judicial continúan con sus trabajos. Los informes serán los que lo determinen. Si hay algo en claro, y coinciden todos los trabajadores del cuerpo, es que en ese edificio “se va a tener que llevar una gran nueva obra”. Mientras tanto, el futuro de los vecinos y sus hogares continúa en el aire, y con una batalla por delante.