HUNDIMIENTO DEL 'GUADALETE'

El único superviviente de la tragedia del Guadalete: "Fue culpa del comandante y nos mandaron callar"

El único superviviente de la tragedia del Guadalete: "Fue culpa del comandante y nos mandaron callar"
Elumenio Prieto a la entrada del Santuario.
Elumenio Prieto a la entrada del Santuario.

El único superviviente de la tragedia que aún sigue vivo, Eumenio Fernández, acudió emocionado a la cita en el santuario de Nuestra Señora de África y relató sin pelos en la lengua lo sucedido aquel fatídico 25 de marzo


Han pasado setenta años desde que el 25 de marzo de 1954 un terrible acontecimiento pusiera de luto al Ejército. Aquella fatídica jornada, el Dragaminas 'Guadalete' (DM-5), con base en Ceuta, durante una misión rutinaria de patrulla y vigilancia y debido a un fuerte temporal, naufragó a dieciocho millas a levante de Punta Almina. Fallecieron 34 de sus 78 miembros y todos ellos continúan en la memoria de los vecinos de la ciudad.

El único de los supervivientes que aún sigue con vida, el especialista en artillería Eumenio Prieto Fernández, de 91 años, estuvo presente en el acto y, sin pelos en la lengua, contó por primera vez todo lo que pasó aquel día: "Ahora puedo hablar", apostilló, recordando su relato posterior al sonado fracaso de la Armada Invencible que en 1588 pretendía invadir Inglaterra, por orden de Felipe II, sin conseguir acercarse a las Islas Británicas.

Le acompañaron autoridades militares y el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, entre otras caras reconocibles de distintos sectores de la vida social, política, económica y castrense ceutí. Fue una solemne ceremonia cargada de emoción y verdad, gracias a la honestidad de Prieto, en el santuario de Nuestra Señora de África.

"Una cosa que no quiero que se quede en el tintero es que fue culpa del comandante, que era novato", señaló, aguerrido, el antaño artillero ante los micrófonos de los medios de comunicación, poco antes de comenzar la ceremonia. "Era la primera vez que iba a salir. Cuando le dieron la orden estábamos en el Muelle España y era evidente que no se podía salir a la mar. No había pesqueros y el salió porque era una cobardía para él decir, en su primer viaje, que no iba", añadió.

Su relato continúa recordando que el plan de navegación apuntaba, dadas las condiciones, a tardar "tres días" en alcanzar Melilla, cuando a la otra ciudad autónoma se llega "en ocho horas". "Llevábamos víveres para ocho días y no comimos nada, se perdió todo. No pudimos meter nada en la boca hasta que llegamos a la bahía de Gibraltar", prosiguió la historia el veterano superviviente.

"Ceuta estaba cerrado, Málaga también, todos los puertos. El comandante nuestro dijo métase allí, nos metió en la bahía de Gibraltar y ahí vinieron un par de barquitos y nos trajeron la ropa. Un jersey de cuello alto, pantalón y calzado, eso también. Café, coñac y nos animaron". Eso sí, tras rescatarnos, "con la orden de prohibido hablar con nadie, ni periodistas ni nada, había sido un fracaso absoluto", añadió Prieto durante esta tarde calurosa, no tanto como aquella del hundimiento.

Cuenta el sobreviviente que estuvo nadando tres horas, agarrado a lo que pudo, hasta que un barco que había salido de Ceuta les agarró. "Yo le decía al otro que iba conmigo: 'No te preocupes que llegamos a alguna playa'", contó sin titubear.

Su compañero iba en camiseta, quien narra o reflejado en estas líneas, "en pantalón de deporte", terminó la historia, recordando el frío pasado.

La celebración de este jueves, además de para clarificar lo que pasó hace setenta años, sirvió para recordar y homenajear a fallecidos y supervivientes de una tragedia que pone en valor el titánico esfuerzo de las Fuerzas Armadas y también su carácter humano, no exento de posibles errores.

El único superviviente de la tragedia del Guadalete: "Fue culpa del comandante y nos mandaron callar"


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