Este jueves, han tenido lugar los últimos eventos programados con motivo de la festividad de Ganesh Chaturti, deidad de la sabiduría. Tras un primer aarti a puerta cerrada que ha arrancado sobre las doce en punto del mediodía, el templo hindú ha vuelto a ser escenario, ya en horario de tarde, de una nueva ceremonia ritual a la que han asistido multitud de curiosos.

Dentro del santuario, los fieles han rendido tributo a su señor y se han despedido de él al compás de evocadores cánticos y rezos. Tras esto, la deidad ha sido, nuevamente, trasladada al exterior. Arrancaba, así, el tradicional desfile procesional hacia la plaza de los Reyes.

Durante el traslado, una voluminosa comitiva ha acompañado a la efigie en todo momento. De nuevo, las oraciones corales han hecho acto de presencia. Así ha sido hasta que, luego de un paseo de pocos minutos bajo la atenta mirada de cientos de transeúntes, la imagen llegaba a la plaza de Los Reyes, donde cientos de ceutíes, agolpados, esperaban para presenciar el acontecimiento final.

Una vez en el lugar, Ganesh ha sido colocado sobre un atril. Como siempre, el acto ha estado encabezado tanto por representantes de la Ciudad como de la Delegación del Gobierno. A modo de pregonero, uno de los integrantes de la comunidad hindú ha leído un manifiesto, donde ha dado detalles adicionales sobre la festividad, como aquel relativo a la fecha en la que esta se celebra, que varía cada año como consecuencia de la utilización del calendario lunar como referencia.

La Academia de Danza Weil se ha encargado de la parte artística. Varias alumnas del centro han desarrollado, al ritmo de la música y bajo una lluvia de confeti, una impecable coreografía que ha dado paso a las últimas ofrendas, donde los fieles han presentado sus respetos y se han despedido definitivamente de Ganesh por medio de un último aarti.

Inmediatamente después, la efigie ha sido sumergida por Juan Vivas y el representante de la comunidad hindú, Ramesh Chandiramani, en una pequeña cubeta transparente, en la que se diluirá por completo al cabo de unas cuantas horas. Y es que, como curiosidad, la imagen está fabricada a base de harinas de maíz y arroz, lo que evita que el medio quede contaminado a posteriori.

No han sido pocos los ceutíes que han hecho cola para hacerse con los frascos que se han llenado con el agua (ahora, bendecida) donde Ganesh ha sido sumergido. Con esto último, la festividad ha llegado a su fin. Tanto hindúes como el resto de vecinos de la ciudad tendrán que esperar hasta el año que viene para volver a ser testigos de un evento en el que, por fortuna, pocas veces faltan el jolgorio y la diversión.